Oh I'm just counting

Hace 33 años exactos, un grupo del crimen organizado del Ejército, asesinó en plena democracia al Coronel Gerardo Huber. Lo mataron porque los iba a denunciar por los negociados y estafas de Pinochet y sus generales. Otras seis personas también fueron asesinadas

Foto Coronel Gerardo Huber

Por Alfredo Peña R.

Benedicto Castillo, debe ser el periodista-escritor que investigó más asesinatos, turbios y criminales manejos que realizó la dictadura civico-militar en sus 17 años de gobierno. Pero no sólo investigó en dictadura para los medios que trabajó, sino que también reporteó y sacó a la luz terribles hechos ocurridos cuando ya estabámos en plena democracia.
Fue de los primeros en descubrir los fraudes y las estafas de Pinochet y sus gigantescos depósitos de los dineros de todos los chilenos en bancos de EEUU. 

Muchas veces arriesgó su "pellejo" por investigar. Fue amenazado por "preguntar de más". 

En un día como hoy, un 22 de febrero de 1992, hace 33 años arrojaron con el cráneo destrozado al coronel en servicio activo del Ejército Gerardo Huber, en el río Maipo, a la altura del Puente El Toyo. Fue secuestrado, torturado y luego asesinado de un disparo con un rifle de larga distancia.

El libro de investigación “SICARIOS DE PINOCHET”, del periodista Benedicto Castillo, revela una agrupación criminal ilícita organizada por Pinochet y oficiales de su círculo de mayor confianza, para asesinar a propios militares, sí lo que lee, MILITARES del propio Ejército, que quisieron delatar los millonarios negociados del dictador, su familia y su círculo de hierro formado por leales generales.

Hay que recordar que que luego que llegó la democracia, asume Patricio Aylwin en 1990, pero Pinochet con su Constitución, señalaba que el dictador podía seguir como Comandante en Jefe del Ejército. En ese cargo estuvo hasta 1998, para irse a retiro en el gobierno de Eduardo Frei Ruíz Tagle. Pero como la Constitución estaba hecha a su medida, Pinochet asumió como Senador Vitalicio y siguió teniendo poder hasta que fue detenido en la London Clinic de la capital del Reino Unido, Londres, por los crimenes y atropellos a los derechos humanos.

En entrevista con este diario, el periodista Benedicto Castillo explicó que lo sorprendente de este clan de militares-sicarios es que no asesinaban opositores al régimen dictatorial, sus víctimas fueron de la DINA y la CNI, militares, agentes de Inteligencia, y algunos civiles del régimen. “Logré establecer que esta organización secreta operó durante el Gobierno cívico militar del general Augusto Pinochet y perduró hasta el año 2008. Sus miembros cometieron graves ilícitos, como el secuestro y asesinato del coronel de Ejército Gerardo Huber y el tráfico de Armas a Croacia, entre numerosos y diversos delitos, orientados al propósito de su enriquecimiento ilícito”.

- ¿Cuáles fueron los más graves crímenes cometidos por esta agrupación secreta, que podría ser como crimen organizado en palabras de hoy?

-Durante su funcionamiento, este clan dictaminó el asesinato de muchos agentes por haberse convertido un peligro para su existencia, porque quisieron revelar las fechorías del clan, como lo fueron: Guillermo Jorquera Gutiérrez, suboficial de la DINE y jefe de seguridad de FAMAE; Guillermo Osorio Troncoso, funcionario de la Cancillería, a cargo de agenda con nombres de agentes DINA que viajaban en misión secreta al exterior; Gerardo Huber Olivares, coronel de la DINE; Jonathan Moyle, periodista inglés; Eugenio Berríos Sagredo, bioquímico y agente de la DINE; y Blas Meriño, suboficial de
Ejército y chofer del coronel Huber. Igualmente, otros agentes de las brigadas de exterminio, que fueron sacados del país para eludir a la justicia, sufrieron en carne propia la furia asesina de sus propios camaradas, logrando sobrevivir unos pocos, como ocurrió con el capitán de Ejército Luis Arturo Sanhueza Ros, agente de la DINE, y el sargento de Carabineros Armando Cabrera Aguilar, agente de CNI.

- ¿Cuántos años funcionó este Clan de criminales del Ejército?

- El poder y sistema de represión imperantes durante 17 años permitieron que el Clan se desenvolviera con alta impunidad. Tal fue su poder acumulado que subsistió hasta el año 2008, cuando fue desarticulado por la investigación efectuada por ministros en visita. En estricto rigor comenzó a perder fuerza tres años antes, cuando el Poder Judicial, el año 2005 decidió poner a estos dos ministros en visita para que investigaran este Clan. Así, el ministro Claudio Pavez se hizo cargo del caso del coronel Huber y el ministro Alejandro Solís asumió la investigación del tráfico de armas a Croacia.

-En cuanto al tráfico de armas, ¿qué revela su investigación?

-Bueno, este caso fue el peor negocio que hicieron, pues dejaría al descubierto la máquina que operaban en FAMAE. Las innumerables acciones de tráfico de armas desde FAMAE fueron acompañadas con la creación de un tejido de empresas que constituyeron en paraísos fiscales, para en ellas ocultar las comisiones ilegales -o coimas- para el general Augusto Pinochet y los generales que integraban el Clan. Esta arista de las armas constituyó la parte esencial de los negocios de la
asociación ilícita, porque la segunda fuente relevante fueron las actividades secretas en el Complejo Químico de Talagante, sobre tráfico de drogas y armas químicas.

Foto: General Víctor Lizárraga

- ¿Cuál fue la gravedad del descubrimiento del tráfico de armas a Croacia?

- El hallazgo del tráfico de armas a Croacia -cuyos escalofriantes detalles, traiciones y secretos son revelados en mi libro- quebró la lealtad del coronel Gerardo Huber con el general Pinochet y la asociación ilícita, por lo que esta decidió eliminarlo físicamente, para evitar que diera a conocer los negocios que había descubierto tanto en el Complejo Químico e Industrial de Talagante como en la Dirección de Logística de FAMAE. Esta situación transformó en un infierno la vida
de la familia del oficial. En esta operación, digitada personalmente por Pinochet, actúan decenas de agentes de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), comandada por el general Víctor Lizárraga, y de su brazo ejecutor, Batallón de Inteligencia del Ejército (BIE), que dirigía el coronel Manuel Provis.

- ¿Qué otra revelación presenta su libro?

- Otra súper importante. En el contexto del asesinato del coronel Huber, surgió un exmilitar, Rodrigo Peña González, que declaró desde Holanda, que Huber le había proporcionado documentos secretos del tráfico de armas y drogas, para que los entregase al agente británico Jonathan Moyle, quien fue asesinado en su pieza en el Hotel Carrera. Sin embargo, este reportaje descorrió el velo de esa operación de Inteligencia, cuyo objetivo fue engañar a la justicia y desviar las indagatorias de los jueces, usando al exmilitar Peña González, que incluso, con un descaro infinito, fungió como hermano de un comandante del Frente Manuel Rodríguez y depositario de documentos provenientes del coronel Huber.

La perversa idea del Clan fue dejar como “traidor a la Patria” a Huber, justificando la atrocidad cometida con él. Lo sorprendente fue que dos jueces de la Corte de Apelaciones de Santiago no hicieron nada para frustrar dicha maniobra de pantalla. Solo el ministro Pavez sospechó y no la consideró en su trabajo investigativo.

- ¿Cuánto tiempo demoró su investigación periodística?

- Casi tres años tardé en reunir antecedentes contenidos en miles de hojas de voluminosos expedientes de diez casos criminales, sentencias judiciales, informes policiales y del Congreso, bibliografía especializada y documentos inéditos, por cuya relevancia para nuestra memoria histórica los presentamos en forma exclusiva en este libro. Así también
obtuve testimonios inéditos y notables de los exministros en visita Claudio Pavez y Alejandro Solís y de la representante del Consejo de Defensa del Estado, abogada María Inés Horwitz. También entrevisté al exdirector de la DINE, general Víctor Lizárraga, a abogados querellantes y defensores, familiares de víctimas, dos exmilitares condenados y un agente con identidad anónima solicitada.

Foto: Benedicto Castillo y su libro

Según el autor del libro, de toda la investigación “brota un corolario fundamental: gracias a la labor honesta de jueces, apoyados por policías honestos y comprometidos con la verdad judicial, se logró desbaratar esta agrupación delictual.

Lamentablemente se pudo condenar solo a parte de sus integrantes, logrando impunidad otros.

Por el secuestro y homicidio calificado de Huber fueron condenados (año 2012) el director de la DINE, general Víctor Lizárraga Arias, a cinco años de cárcel, y al coronel Manuel Provis Carrasco, a cuatro años de cárcel. En el caso Armas a Croacia, fueron sentenciados (año 2012): los generales Héctor Letelier Skinner y Vicente Rodríguez, a 3
años y un día; a Ramón Pérez Orellana y Patricio Pérez Villagrán, cinco años de libertad vigilada; y al capitán Pedro Araya Hermosilla, a 541 días de prisión remitidos”. Muchos de ellos están presos en Punta Peuco.