El matrimonio infantil es definido como el enlace en el cual una de las dos partes es menor de dieciocho años, y el año pasado trescientos veintinueve menores de edad contrajeron nupcias en nuestro país.
Según los datos entregados mediante Transparencia por el Registro Civil, esto significa un aumento de un 13% respecto al 2016 -año en que 290 menores de edad se casaron- pero una disminución comparado al 2014 y 2015 donde 357 y 536, respectivamente, lo hicieron.
En el Código Civil se señala que "los que no hubieren cumplido dieciocho años no podrán casarse sin el consentimiento expreso de sus padres", por lo que se necesita un permiso especial.
La psicóloga infanto-juvenil, Valeska Woldarsky Traslaviña, sostuvo que esto se puede dar debido a la "necesidad de generar su propio grupo de pertenencia (...) por otro lado, la inestabilidad en términos sicológicos, hormonales y emocionales, que son esperables dentro de la adolescencia, los cambios que se dan durante la etapa adolescente, de alguna manera podría generar o favorecer la toma de decisiones de manera impulsiva".
La psicóloga infanto-juvenil, Valeska Woldarsky Traslaviña, sostuvo que esto se puede dar debido a la "necesidad de generar su propio grupo de pertenencia (...) por otro lado, la inestabilidad en términos sicológicos, hormonales y emocionales, que son esperables dentro de la adolescencia, los cambios que se dan durante la etapa adolescente, de alguna manera podría generar o favorecer la toma de decisiones de manera impulsiva".
Woldarsky agrega que en las relaciones amorosas, el primer año es de "enamoramiento, bien intensa y el amor adolescente se caracteriza por eso". "Es esperable que un adolescente tenga cambios de decisiones bruscos porque está en proceso de desarrollarse y formar su propia identidad. Por eso el hablar de matrimonio en términos adolescentes no es para nada esperable y con posibilidad de fracaso muy clara", explicó.
Si bien las cifras afectan a ambos géneros son las mujeres menores de edad las que más contraen matrimonio comparados con hombres menores de edad.
El año pasado fueron 70 las personas de género masculino que contrajeron matrimonio, versus las 259 mujeres que lo hicieron. Para la socióloga Valentina Terra, esto puede ser porque "algunas tienen menos acceso a la educación, y el matrimonio o el embarazo pueden ser una manera de realizarse. Así como para otras mujeres es el desarrollo profesional".
"Las niñas están viendo que eso puede ser lo que las saque de sus barrios y quizás quieren imitar eso. También, año a año, a las niñas les va llegando la regla más jóvenes, con las redes sociales también van siendo más 'agrandadas', pololean más chicas y eso también influye en tomar esa 'decisión de grande' cuando aún se es chica", agregó.
"Las niñas están viendo que eso puede ser lo que las saque de sus barrios y quizás quieren imitar eso. También, año a año, a las niñas les va llegando la regla más jóvenes, con las redes sociales también van siendo más 'agrandadas', pololean más chicas y eso también influye en tomar esa 'decisión de grande' cuando aún se es chica", agregó.
En esto concuerda la psicóloga y añade que también "puede estar asociado directamente a presiones familiares o sociales y podría haber una asociación a embarazos".
Estados Unidos, Australia, Uruguay, España, Dinamarca, son algunos de los países que aceptan el matrimonio infantil, aunque en la mayoría de los casos debe ser bajo el consentimiento de los padres y un juez.
En el caso de Chile esto trató de cambiarse de 2015 cuando se presentó un proyecto de ley, de los diputados Claudio Arriagada (DC); Loreto Carvajal (PPD); Sergio Espejo (DC); Marco Antonio Núñez (PPD); René Saffirio (DC); Leonardo Soto (PS) y Hugo Gutiérrez (PC), donde se pedía modificar la Ley N° 19.947 de Matrimonio Civil y el Código Civil para aumentar a dieciocho años la edad mínima para contraer matrimonio.
Los parlamentarios apuntaban a que "quienes deciden contraer matrimonio deben tener la suficiente madurez psicológica o emocional para celebrar este acto jurídico de familia" por lo que consideraban que no era adecuado "que menores de edad puedan casarse, ya que estos se encuentran en plena etapa de desarrollo emocional y psicosexual, por lo que no habría una plena conciencia a tan temprana edad de lo que significa proyectarse a futuro en un vínculo de relaciones familiares de la magnitud del matrimonio".
El proyecto fue derivado a la Comisión de Familia de la Cámara donde todavía se encuentra.