La ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, afirmó que a la larga todas las industrias que forman parte del cordón de Quintero-Puchuncaví van a ser erradicadas de dicha zona.
“Van a salir por el plan de descarbonización de la Ley Marco de Cambio Climático. Hay dos centrales termoeléctricas, una de ellas se cierra ahora en junio y la otra durante los próximos dos años”, señaló.
Agregó que “hay seis empresas que emiten compuestos orgánicos volátiles, porque trabajan con combustible. ¿Para dónde va Chile? A la desfosilización, vamos a dejar de usar combustible. Van a salir”.
La secretaria de Estado aseguró que “Chile está en un proceso de dejar de utilizar combustibles fósiles para producir energía; estamos hablando de carbón, de petróleo y sus derivados, de diésel, de gas, y vamos a generar energía con fuentes renovables”.
“Esto nos da una hoja de ruta muy clara, nos da certeza jurídica de que Chile va a requerir un nivel de inversiones sin precedentes”, añadió.
La titular de Medio Ambiente expresó que “lo que ocurre en Quintero-Puchuncaví es el síntoma más agudo de una manera sucia de desarrollarnos. En algún momento hay que tomar decisiones para cambiar esa ruta para enfrentar la crisis del cambio climático y hay que enfrentarla con urgencia. Siento que no le estamos tomando el peso”.
Respecto al cierre de la fundición Ventanas, explicó que esto no será inmediato, ya que “el primer paso que tiene cumplir Codelco es un permiso temporal de cierre con Sernageomin”, situación que podría demorar de 8 meses a un año.
Por lo tanto, la planta podría volver a funcionar el primer año, por lo que “se mantiene el riesgo de que vuelva a haber un evento de intoxicación, por eso estamos pidiendo la actualización de los planes operacionales”.
Además, aclaró que el cierre de Ventanas no garantiza el término de las intoxicaciones, porque "el daño ambiental queda en los suelos, en el agua. Por eso, lo que tiene que ocurrir en Chile es un proceso de transición socioecológica justa”.