Oh I'm just counting

No vieron las señales: suicidio de estudiante evidencia un problema ciudadano

Muchos veían como el muchacho lucía triste y solitario, pero nadie supo interpretar el mensaje. Finalmente, después de la sanción de su colegio, se suicidó. Hoy todos buscan responsables.

El suicidio de un estudiante de la Alianza Francesa ha hecho público varios elementos relacionados con la educación escolar.
 
Uno de los puntos que se ha resaltado es la fuerte presión a la que son expuestos los estudiantes, para seguir estándares de rendimiento, no pudiendo muchos soportar las exigencias.
 
Sin embargo, no todos los colegios toman en consideración las diferencias sicológicas de los estudiantes. Todos son medidos por una misma vara: el rendimiento que el colegio demanda y espera de un determinado “tipo” de estudiantes.
 
 
Surge la pregunta, siguiendo el caso del estudiante; ¿puede ser un elemento relevante la sola presión académica para iniciar el consumo de drogas y posteriormente cometer suicidio?
 
Miradas
 
La pregunta de si es únicamente la responsabilidad del colegio la que debe velar por la integridad de sus estudiantes.
 
Para la sicóloga Carolina Pezoa la realidad apunta a que “tenemos que ampliar la mirada, mucho más después de recibir este tipo de noticias. Siempre se buscan culpables, en la escuela, las familias o la sociedad, pero lo principal es tomar conciencia que no solo somos espectadores, sino que somos integrantes que en un espacio social tenemos que hacernos cargo de las responsabilidades que nos competen a todos”, comenta la académica de la Universidad Central.
 
“Queda la sensación que se tomaron decisiones equivocadas, donde se expuso a una persona a una realidad que lo sobrepasó, y esto por desconocer a la persona. Si no conocemos a la persona que tenemos enfrente, desconocimiento de todos y no solo del colegio, se hubiera evitado sobrepasar su vulnerabilidad”, apuntó la sicóloga.
 
“El llamado es salir del individualismo. Tenemos que observar cómo convivimos al interior de los espacios educativos pero en familia y en sociedad. Algo importante que se debe tener en cuenta, al momento de escoger una escuela, es el proyecto educativo de la institución. Todos los apoderados deben estar al tanto de esto. De esta forma se evitarían muchos malos ratos”, asegura.
 
Para el sociólogo Juan Jiménez, la situación escolar de los estudiantes es demandante y muchas veces convierte la asistencia en una mala experiencia.
 
“Se ha constatado que no todos los estudiantes tienen las mismas cualidades, formas de desenvolverse ni de relacionarse con sus pares. Mucho menos de reacción frente a estímulos o situaciones. Se da que el entorno muchas veces actúa ocasionando cambios en las personas”, indicó.
 
“El mundo individualista en que estamos viviendo, lo fuerte que se estima el progreso material en nuestra sociedad ha vuelto la educación un medio para un fin y no una experiencia que entregue elementos valiosos y formativos. El colegio es para llegar a la universidad”, explicó el sociólogo.
 
“Es necesario que como sociedad comencemos a redimensionar las instancias en las que estamos involucrados. No basta con creer que se hace lo mejor, no basta con mirar al otro y creer que todo marcha perfecto. Hay que salir de la dinámica actual y comprometerse con el otro. Una sociedad más comunitaria funciona mejor, solo que nos han dicho algo distinto”, concluyó.