Chile y el mundo del fútbol relacionado con la selección chilena han tenido que experimentar una serie de sanciones relacionadas con insultos racistas y homofóbicos.

 

Los castigos incluyen pérdida de la localía, teniendo que dejar el Estadio Nacional para los partidos de local, así como multas en dinero.

 

 

El Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) entregó las sanciones tras las fechas 15 y 16 de las Clasificatorias, donde se multó a la Federación de Fútbol de Chile debido a cantos homofóbicos de sus hinchas.

 

Hubo otra sanción, pero debido al retraso de “La Roja” en salir a la cancha ante Paraguay en Santiago, la que consistió en un castigo de 5.000 francos suizos (más de $3.3 millones).

 

Pero sin duda la que más duele es la sanción de 35.000 francos suizos ($23.178.808) en el choque ante Bolivia en La Paz, por cánticos homofóbicos de sus hinchas.

 

 

Esta es ya la décima vez que los fanáticos nacionales son incapaces de comportarse en las tribunas del estadio, significando una sanción del ente rector del fútbol mundial. Además, es la tercera ocasión que se aplica multa por retrasos en el ingreso a la cancha de los chilenos.

 

Las veces anteriores fueron de local ante Brasil (8/10/2015), Colombia (12/11/2015), Argentina (24/03/2016), Bolivia (06/10/2016), Perú (11.10.2016) y Uruguay (15/11/2016); y de visita frente a Perú (13/10/2015), Uruguay (17/11/2015), Paraguay (01/09/2016).

 

En total, la Federación de Chile ha pagado 253.000 francos suizos, equivalente a casi 167.550.000 millones de pesos. De ellos, cerca de $162.250.000 han sido por homofobia e insultos de los hinchas.

 

Se debe decir que los chilenos son por lejos los peores aficionados, pues ya han sido castigados en 12 ocasiones por sus cánticos ofensivos y homofóbicos, ya sea de visitante o de local.

 

Detrás de Chile se ubican en cuanto al número de sanciones recibidas México (10), Argentina (9) y Honduras (8).

 

 

Conversamos con el sociólogo de la Universidad Central Luis Thayer, quien hace referencia a lo que sucede en los estadios y al racismo en Chile, porque según el académico “sería equivocado circunscribir el racismo solamente a lo que sucede en los estadios, porque podemos ver innumerables casos en las calles, todos los días, y mucho más con la novedad del fenómeno migratorio de los últimos años”, comenta.

 

“Se tiene la idea de que los inmigrantes son concebidos como sujetos sin derechos, por el solo hecho de llegar al país. Es más, esto deviene de la imagen que el país se ha construido de sí mismo durante los años donde se posiciona más cercanamente con los países europeos antes que con los americanos. Se siente cercanía con lo blanco antes que con lo indígena o con la negritud”, reflexiona el sociólogo.

 

Sobre los casos en que aprecia que los principales actos racistas se dan en los sectores medios y bajos de la sociedad, Thayer revela que esto sucede porque “las élites y las clases sociales más altas no se ven tan enfrentados de la realidad migrante. No conviven con migrantes de una forma cotidiana como los sectores medio y bajo. Aquí se da la integración real pues los sectores altos ven a la inmigración como algo que es problema de otros, principalmente en lo público y en lo popular”, concluye el sociólogo.

 

 

Para el presidente de Fundación Participa, Daniel Ibáñez, el tema del racismo es un problema que es evidente, esto porque “tenemos claros niveles de racismo como sociedad que nos lleva a discriminar no solo a los inmigrantes latinoamericanos, sino que también a nuestros pueblos originarios, pero no así a emigrados europeos, a los que incluso tratamos de extranjeros”, comentó Ibáñez.

 

“Sin lugar a dudas, todos tenemos que aportar para terminar con estas discriminaciones odiosas, los ciudadanos debemos informarnos para poder entender que la migración, lejos de ser un proceso negativo para nuestro país, es un proceso positivo si logramos integrarnos, debemos ser más tolerantes frente a las diferencias”, aseguró.