La poca diversidad de la economía situó a Chile en situación de vulnerabilidad ante problemas externos, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en un informe sobre la producción.
"Chile es una economía relativamente estable y abierta. Una sólida gestión por las materias primas, permitió al país disfrutar de un crecimiento sostenido y relativamente estable desde principios de los años noventa", señala la OCDE.
El organismo considera que "esta realidad también aisló a Chile de los patrones de crecimiento más volátiles de otras economías en América Latina", como evidencia que el país ha estado creciendo en promedio 4 por ciento desde el año 2000, frente al 2,8 por ciento de la región.
Como consecuencia, "los chilenos hoy están mejor que en el pasado, tienen mayores ingresos y están cerrando progresivamente la brecha con los países más avanzados", señala el estudio.