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Sigue polémica por despido arbitrario de directora del SernamEG: "No tiene relación por ser hija de un condenado" por DDHH. Isabel Amor dice que respuesta es “irrisoria"

A raíz de la polémica generada luego del despido de la socióloga Isabel Amor como directora del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, SernamEG Los Ríos, tras permanecer solo dos días en el cargo, el organismo central emitió un comunicado en donde aclara los motivos de su rápida desvinculación.

Según la declaración, la exdirectora ejecutiva de Fundación Iguales efectivamente fue removida por "pérdida de confianza", pero también se aclaró que esto "en ningún caso tien relación con el hecho de ser hija de un condenado". Lo anterior en referencia a lo señalado por la propia Amor, quien tras perder el cargo dijo en redes sociales que esto se debería a la situación de su padre, Manuel Amor Lillo, quien fue condenado en abril del presente año por una causa relacionada con violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet.

De acuerdo a lo explicado por SernamEG, la pérdida de confianza "obedece a sucesivas omisiones de información relevante y acciones por parte de esta profesional. Entre ellas, destacan no informar de las dificultades de su relación con agrupaciones de derechos humanos; la resistencia a asumir el diálogo con las asociaciones de funcionarios de SernamEG a nivel regional como parte natural del ejercicio del cargo; comentarios desafortunados relativos a la condena de su padre, expresados al conocer al equipo del Servicio que trabaja en la región de Los Ríos; a lo cual se suma el envío al Servicio -por parte de la ex directora- de una nota periodística que aún no era publicada, donde relativiza la responsabilidad de su padre, pese a existir una condena por violación de derechos humanos ejecutoriada en su contra, en el caso de Luis Corvalán Castillo. La entrevista, finalmente, fue publicada, pero en una versión distinta al texto recibido por el Servicio".

Respuesta de Isabel Amor

La profesional calificó como “vaga e irrisoria” la respuesta entregada por el servicio, aseverando que la situación de su padre fue abordada tanto con su jefatura como con su equipo, a lo que afirmó que “lo tomaron con mucho cariño”.

“Mi experiencia en Ñuble me enseñó que esta verdad, que tiene que ver con la condena de mi padre, es una verdad que yo tengo que llevar por delante, sobre todo cuando esté hablando con familiares de detenidos desaparecidos o sobrevivientes de torturas y tratos inhumanos. Y por lo mismo, cuando yo me presenté, les dije que esta era mi situación, que yo prefería decírselos inmediatamente, que tenía varias cuestiones que podían ser distintas, una era tener un padre condenado, la otra era ser lesbiana, que tenía una carrera en Derechos Humanos de 15 años aproximadamente y el equipo lo tomó con mucho cariño”, relató.

En este sentido, aseguró quedar “bastante abrumada, porque fue mi primera vez sentándome frente a un equipo de gente que no conozco, que tengo que liderar y que les cuento esto y les digo todas las cosas tal y como yo las sé”.