Oh I'm just counting

Después de 15 de meses, llega el apoyo fiscal a las pequeñas empresas. Por Jorge Pizarro, Vice Presidente del Senado

En estos 15 meses, las pequeñas empresas –que son cerca de 1,0 millón de unidades productivas- fueron abandonadas, no hubo apoyo fiscal potente.
 
Por eso como Senado hicimos una propuesta para salvar a las pequeñas empresas mediante subsidios y apoyos directos. Esta inyección de liquidez a las miles de pequeñas empresas la empezamos a plantear en junio 2020, después en la discusión en la ley de presupuesto 2021, donde insistimos en la urgencia de que se implementara una política fiscal activa pro pymes.
 
Lamentablemente pasaron 15 meses de pandemia, de cero actividad económica para muchos rubros como turismo y cultura, en otros sectores ha sido un permanente tobogán de actividades seguidas de paralizaciones de actividades y un gobierno que solo implementaba créditos vía la banca para una porción menor de empresas.
 
En los últimos meses como Senado insistimos que debíamos “salvar a las PYMES” y lo dijimos junto a diversos gremios PYMES como ASECH, como Conapyme, como la Convergencia de PYMES, como los gremios de cultura y turismo, en que juntos hicimos una propuesta de un plan de apoyo fiscal destinada a salvar estas miles de pequeñas empresas.
 
Lo insistimos la semana pasada cuando supimos que la administración Piñera había ingresado un proyecto de ley que solo beneficiaba a 313.000 pequeñas empresas y significaba un gasto fiscal de US$ 1.200 millones.
 
Hoy estamos conociendo los cambios que modifican estos proyectos de ley que se hacen cargo de nuestras críticas.
 
Los beneficiarios del apoyo fiscal pasan de 313.000 pequeñas empresas a 820.545 pequeñas empresas ahora, este aumento de cobertura de más del 160% es el resultado de la fuerte presión política y social que se generó desde las PYMES y desde el Senado.
 
El gasto fiscal comprometido pasó de US$ 1.200 millones a un gasto superior de US$ 3.200 millones, que se acerca a la propuesta planteada por la Oposición en su documento de “Mínimos Comunes”.
 
En materia de alivios tributarios se logró incrementar las devoluciones de remanente de los créditos fiscales del IVA para las pequeñas empresas que al ampliar su plazo significan menores ingresos fiscales de US$ 1.200 millones –cifra superior del diseño inicial del gobierno que sólo significaba US$ 120 millones-.
 
Otra señal relevante es que se apoyan  a las pequeñas empresas que están acogidas a la ley de protección del empleo y que a partir de ahora esa cotización previsional se paga de cargo del Fondo Solidario de Seguro de Cesantía; además, se da a las pequeñas empresas “que hayan declarado y no pagado las cotizaciones de seguridad social de sus trabajadores suspendidos por ley de protección del empleo, podrán solicitar un “anticipo solidario” ante el SII para cubrir el total de la deuda, con 12 meses de gracia y cuyo pago será en un periodo de 5 años a tasa 0%”.
 
O sea, se aliviana una pesada mochila que ha generado esta crisis en las PYMES como son las deudas previsionales y aquí hay soluciones que objetivamente ayudan a resolver este problema que angustia a las pequeñas empresas.
 
Aquí estamos frente a una política pública activa para las pequeñas empresas, con este proyecto de ley pasamos de la indiferencia de 15 meses y se entra en un camino de políticas activas de auxilio y apoyo a las PYMES.
 
Eso fue lo que demandamos como Oposición.
 
En las crisis las familias y las pequeñas empresas no pueden quedar a merced del mercado, donde se salvan con sus propios ahorros; esto fue lo que impulsó el gobierno y que ha fracasado.
 
Con este proyecto de ley se inaugura una nueva etapa, de ayudas fiscales directas, de protagonismo de la política pública y eso también se requiere para la reactivación, para la recuperación de la economía.
 
Creo que hemos dado un importante paso político, entramos a una fase de políticas públicas activas para la recuperación de la economía y del empleo.
Se requiere mayor aceleración de la ejecución de la inversión pública, donde por ejemplo a nivel del FNDR sólo se ha ejecutado 20% de los US$ 1.700 millones; se requiere mayor inversión en Innovación Productiva y en Ciencias, se requiere más subsidios al empleo para facilitar la contratación laboral en las pequeñas empresas, se requieren apoyos para que los emprendedores puedan capacitarse en la economía digital.
 
Hemos sufrido una crisis económica sin precedentes, pero debemos recuperar el tejido productivo y por eso, debemos salvar a las pequeñas empresas y aquí hay un relevante paso político.
 
Me alegro que este paso haya sido mediante un diálogo transversal y que el oficialismo se haya sumado a nuestra visión de que en momentos de crisis, deben haber potentes ayudas fiscales a las pequeñas empresas, así como las que legislamos para las familias.
 
El Chile del futuro requiere un protagonismo importante del sector fiscal, naturalmente esto requiere mayor recaudación fiscal y es urgente que el gobierno -en las próximas semanas- envíe el proyecto de ley que elimina las exenciones tributarias que favorecen a las rentas del capital porque eso ayudará a la sostenibilidad fiscal futura que es clave para que en próximo gobierno se consolide la recuperación económica.
 
Hay temas que se deben seguir debatiendo. La rebaja de la tasa de interés mensual no puede ser transitoria al 31 de diciembre, debe rebajarse de modo permanente esta abusiva tasa mensual de 1,5% porque a las pequeñas empresas debemos ayudarlas y no ahogarlas. En el sistema de compras públicas seguiremos  bregando por revertir ´el sesgo gran empresa que ha implementado la actual gestión y que permitan retomar el sello propymes que se tuvo hasta el gobierno anterior, entre otras materias.
 
Repito esto es un primer paso para construir una economía que de valor a las pequeñas empresas y que debe continuar en un próximo gobierno progresista.