La diputada Maite Orsini se refirió al duro impacto personal y político de la sanción que su partido, el Frente Amplio, le impuso y que le cerró las puertas a aspirar a un tercer periodo en el Congreso. No serà candidata a diputada.
La parlamentaria reconoció, en conversación con The Clinic, que evaluó renunciar al Frente Amplio e incluso tuvo conversaciones con otras tiendas políticas que le ofrecieron sumarse, pero declinó las opciones. Aseguró que acató la sanción “con humildad” y mostró “lealtad irrestricta” a su colectividad, a pesar de considerar el castigo como “desproporcionado”.
Orsini admitió que pudo manejar mejor asuntos de su vida privada. “Creo que no debí haberme involucrado en asuntos que no me competían”, afirmó, en alusión a su intervención en la investigación por violación que enfrenta su expareja, Jorge Valdivia, hecho que originó la sanción partidista.
No obstante, hizo una firme defensa de su integridad: “Pude haber hecho las cosas mejor. Sin embargo, no le he robado a nadie, no he cometido ningún delito, no estoy imputada en ninguna causa penal”. Añadió que, como fundadora de Revolución Democrática y con casi 15 años de militancia, no merecía “tanta severidad”.
Balance y proyecciones
Sobre su futuro, la diputada fue clara al descartar el fin de su carrera. Aunque no cerró ninguna puerta, expresó su deseo de ejercer como abogada, profesión de la que es titulada, y estudiar un segundo magíster. “Soy una amante de las leyes”, confesó.
Antes de dejar su escaño en marzo de 2026, su prioridad legislativa es sacar adelante la ley de violencia digital, una iniciativa de su autoría que ha trabajado durante sus ocho años en el Congreso y que actualmente se tramita en el Senado.
Respecto a su gestión parlamentaria, Orsini hizo un balance positivo, destacando la presidencia de comisiones como Seguridad Pública y Mujer, y la autoría de leyes emblemáticas como la Ley Antonia y la de Reparación Integral para Víctimas de Femicidios.
Sobre el Frente Amplio, evitó críticas directas a la directiva pero reiteró que la extensión de su sanción —que impidió su reelección— fue una “doble sanción” que no correspondía. Pese a todo, confirmó que se siente “frenteamplista” y sobre todo “RD”.