En medio de la actual campaña electoral, dos diputados de la UDI que van a la reelección y que están cuestionados por la justicia, Claudia Nogueira y Juan Antonio Coloma Álamos, viven una singular situación: a pesar de su delicada situación legal gozan de grandes posibilidades de resultar electos el próximo 19 de noviembre.

 

En el caso de Nogueira (esposa del exalcalde de Recoleta Gonzalo Cornejo), la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente abrió una investigación por un eventual fraude al fisco en lo referido al mal uso de asesorías parlamentarias (vivió un juicio similar hace algunos años atrás).

 

En calidad de imputada, según informó El Mercurio durante la semana pasada, la legisladora por el distrito recoletano declaró la relación que sostuvo con la exjefa de prensa de la UDI, Lily Zúñiga, además que se mostró abierta a la revisión de su cuenta corriente durante el período en el cual la profesional trabajó con ella y rechazó que haya recibido 4,2 millones de pesos por servicios que nunca se realizaron.

 

Por el lado de Coloma, que es hijo del senador del mismo nombre, se le achaca por las redes sociales que recibió 4,4 millones de la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes) por ocho boletas, noticia que hizo pública el portal electrónico Ciper en marzo, en el marco de la investigación por cohecho y soborno que lleva a cabo el Ministerio Público que menciona a importantes empresas del rubro pesquero entregando dinero a congresistas de la UDI y otros partidos.

 

 

 

Gonzalo Navarrete, presidente del PPD y candidato a diputado por el distrito que comprende Recoleta, Conchalí y Quinta Normal, asegura que a pesar de los antecedentes que pesan contra Nogueira existe una red de clientelismo que posee la UDI en la zona hacen posible una especie de blindaje a su favor.

 

“Se trata de una diputada que lleva mucho tiempo y que parte de su tarea es el regalo sistemático y no la construcción de un tejido social. Eso le permite resultar electa. Lo que uno ha aprendido en este territorio es que la forma de gestión de la UDI es la compra de votos”, comentó a Cambio21.

 

En opinión del exalcalde de Lo Prado, “solo eso muestra que hay una manera de hacer política que hay que erradicar. Es una falta de respeto a las personas, pero que requiere que los candidatos de centroizquierda podamos rearmar una red político-social de verdad”.

 

“Espero que la gente tome la decisión contra aquellas personas que tienen reiteradamente problemas con el uso de los recursos públicos, para que pueden ser sancionadas democráticamente. Cuando la ciudadanía reclama que la política no está conectada con los problemas y que el conflicto de interés es parte del desprestigio de la política, estas son cosas que hay que poner en el conocimiento de todos”, explicó.

 

 

 

En tanto, Leonardo Soto, diputado PS y postulante a la reelección por San Bernardo y Melipilla, compite contra Coloma y afirmó que “no se pueden anticipar los factores o elementos que van a considerar los electores para poder decidir su voto, que debiera ser lo más informado posible”.

 

“No solo se deben considerar los atributos personales y las trayectorias de los candidatos, sino que también las propuestas que ellos tienen. Por lo mismo, las situaciones individuales y los problemas que han tenido algunos por faltas a la probidad y financiamiento irregular de campañas en el pasado debieran ser un tema relevante, más aún cuando nuestro sistema político aparece cuestionado”, manifestó a este medio.

 

Soto aclara que los cuestionamientos están concentrados “en un grupo del 30 o 40% de los parlamentarios, dentro de los cuales hay de derecha como el que se menciona (Coloma) y en menor medida de izquierda”.

 

“La coherencia del candidato y su libertad para tomar decisiones podría estar en entredicho por los electores, por ejemplo, cuando se percibe el apoyo que representan las empresas pesqueras industriales. Aspiro que estas materias no pasen inadvertidas por la gente”, destacó.