Como nunca antes las distintas candidaturas a cargos de elección popular, léase presidenciales y parlamentarias, viven el problema de la falta de recursos de forma dramática.

 

En el caso de los interesados en acceder al Congreso, todo depende del bolsillo de los incumbentes, es decir de los legisladores que se repostulan y los que buscan un lugar en el segundo poder del Estado.

 

No ocurre lo mismo con los que ansían ponerse la banda tricolor, quienes muchas veces cuentan con el apoyo institucional de un partido político o una coalición determinada a la hora de tramitar facilidades monetarias o llegar a distintos tipos de capitales.

 

La polémica se instaló luego que el BancoEstado negara otorgarle un crédito al abanderado del bloque PR-PS-PPD-PC de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, debido a que es parlamentario en ejercicio, ítem que se discutió y aprobó en la nueva Ley de Financiamiento de las campañas electorales.

 

 

Y el debate prosiguió con la queja de las distintas colectividades, a causa de la disparidad de criterios que evidenciado la misma institución financiera. De hecho, hasta la UDI, por medio de su secretario general Pablo Terrazas, manifestó que “el BancoEstado puede prestarle a una candidatura presidencial como Beatriz Sánchez y a otros candidatos al Parlamento no”.

 

“A los candidatos les ha costado mucho. No existe una línea de crédito contra reembolso y terminamos con peticiones de créditos de consumo. A los que no tienen patrimonio que acreditar se les ha colocado muy difícil”, lamentó el presidente del PPD Gonzalo Navarrete.

 

Raya para la suma: el directivo de la DC Matías Walker pidió que “el Gobierno haga gestiones ante los bancos, incluido BancoEstado, para operativizar un mecanismo que permita financiar las campañas con transparencia. El Ejecutivo tiene que jugar un rol activo, no es tarde”.

 

Dos datos no menores: Carolina Goic, presidenciable DC, logró crédito de 600 millones de pesos y, además, senadores PS plantean dar préstamo a Guillier a cambio de que el partido asuma el comando de su campaña.

 

 

Ernesto Águila, sociólogo y analista, aseguró que cualquier tipo de balance y solución respecto a la falta de financiamiento de las candidaturas ya no puede darse en la presente campaña, sino que en la próxima.

 

“Cómo van a funcionar las nuevas normas es algo que ya no tiene solución en esta elección. Lo único que cabe ver es el resultado. A primera vista, son normas engorrosas, tanto en la recepción de los recursos como dar cuenta el uso de estos, comentó a Cambio21.

 

“También es una señal de que los bancos prestan a los candidatos según la proyección de los votos que ellos hacen sobre los votos que puedan sacar y restringen beneficios a los que creen que son inviables o que son parlamentarios en ejercicio, a los que les prohíben ejercer contratos con entidades privadas y públicas. Tal vez sacan la cuenta de que meterse con personas expuestas como los políticos pueden redundar en cuestiones de imagen corporativa”, explicó.

 

Este contexto, según el académico, “favorece a los electos, porque tienen un mayor conocimiento de la población y tienen una dieta que les permite ahorrar si es que son ordenados”.

 

“Además, en los 50 días que quedan de campaña ya casi no van a concurrir al Congreso para concentrarse en sus distritos y así evitar que crezcan las fuerzas más pequeñas que quieren aprovechar la disminución de los umbrales que hay ahora para ser electos”, remarcó.

 

 

Cristián Cuevas, líder de Nueva Democracia y candidato a diputado por el distrito de Concepción y Talcahuano, expresó que “es necesario buscar la renovación del Parlamento, para así tener a congresistas que legislen en función de las mayorías y de los temas que son relevantes para la comunidad”.

 

 

“Hoy muchas veces no saben lo que están legislando y votando. Existe una cantidad de parlamentarios de una ignorancia supina que hemos visto en proyectos donde desconocen lo que rechazan. Yo lo vi en la discusión de la reforma laboral”, afirmó a este medio.

 

A juicio del exdirigente del cobre, “se necesitan parlamentarios que cuenten con equipos técnicos, informados y que a la hora de legislar sepan de lo que se esté hablando. Fue impresentable ver hace días atrás que hay grandes sumas de dinero destinados a ese ítem, pero que eso no ayuda a que el parlamentario sea más ilustrado y más informado (asesorías con copy paste)”.

 

“Eso lo hace distinto un dirigente social o sindical que muchas veces están más informados que los que están en la escena legislativa, porque están en la realidad misma de lo que se legisla. Eso es lo que ha llevado a cometer errores en lo que respecta a la candidatos presidenciales que se han visto afectados por préstamos a las instituciones financieras”, remató.