Por Patricia Alrringo
A menos de una semana de las primarias de los partidos del Gobierno y a tres semanas de la Junta Nacional de la Democracia Cristiana, el expresidente del partido de la falange. exsubsecretario, expresidente de la Organización DC de América, el exdiputado Juan Carlos Latorre se refiere en Cambio21 a las opciones de su partido en la carrera presidencial.
Expresa su profundo descontento con la decisión de algunos parlamentarios DC y los nombra -Francisco Huenchumilla, Yasna Provoste y Eric Aedo- de apoyar a la candidata del Partido Comunista, Jeannette Jara, considerando la postura inicial del partido de no apoyar a Jara, y calificando la acción de los senadores y del diputado como indigna, especialmente considerando la poca probabilidad de reelección de estos. Además plantea la necesidad de que la DC presente su propio candidato.
¿Cuál es su opinión referente a la posición de la Democracia Cristiana y las recientes elecciones primarias donde salió ganadora la candidata del Partido Comunista Jeannette Jara?
Creo que para la Democracia Cristiana la consecuencia es fundamental. Nosotros no participamos formalmente en la primaria con un gran acuerdo de la Junta Nacional, explicando claramente, que no participábamos porque no estaríamos dispuestos a apoyar a una candidata como resultado de esa primaria, particularmente a Jara y Gonzalo Winter. Entonces no tiene ningún sentido que hoy día alguien lo plantee cuando ya acordamos que no era nuestra candidata en ningún caso.
¿Y qué piensa de la postura de los senadores Francisco Huenchumilla, Yasna Provoste y del diputado Eric Aedo, ya que ellos están por apoyar definitivamente a la candidata comunista?
Considero indigno y vergonzoso de parte de ellos. Esos parlamentarios son incumbentes. Van a la reelección. Es evidente que al menos dos de ellos no tienen ninguna posibilidad de ser parlamentarios nuevamente, a menos que sea por un acuerdo espurio con el oficialismo.
"Le he pedido a Huenchumilla que renuncie a la Democracia Cristiana"
¿Quiénes cree usted que no serán reelectos?
Yasna Provoste y Eric Aedo. Y el caso de Huenchumilla lo veo más lamentable aún, porque no tendría por qué estar en este tema permanente de invitar al partido a seguir opciones que objetivamente van destruyéndolo sistemáticamente. Yo se lo he hecho ver a él directamente, pero no me ha contestado. Le he dicho que sea digno, que de una vez por todas renuncie a la Democracia Cristiana, que no sea cómplice de su destrucción definitiva, que es lo que está haciendo. Él está colaborando a ese propósito, siendo aún vicepresidente nacional de la DC en la directiva de Alberto Undurraga.
¿Y qué va a pasar si la Junta Nacional mandata que se apoye a la candidata comunista?
No creo que eso ocurra. Creo que ya en una oportunidad dijimos que no estábamos con una candidata de ese perfil y por eso no fuimos a la primaria, mal podríamos retrotraer un acuerdo que sigue vigente.
¿La Democracia Cristiana va a levantar algún candidato?
Creo que vale la pena hacer un esfuerzo por tener un candidato de nuestras filas o externos, pero tener a alguien que nos aglutine. Nosotros no fuimos con el oficialismo porque el argumento central era que no podíamos comprometer el apoyo a cualquiera que triunfara en esa primaria, y nos referíamos específicamente a Jeannette Jara y Winter. Vale decir, si el partido ya en una oportunidad definió que no participaba en la primaria porque no iba a votar por Jara o Winter si ganaban, mal podría resolver lo mismo en una nueva junta nacional.
¿Si en la junta hipotéticamente, este sector de parlamentarios se organizaran y gana Jara, viene una debacle interna en la Democracia Cristiana?
Creo que la Democracia Cristiana está viviendo un periodo realmente crítico y lo que nosotros debiéramos intentar es sentar bases en que la próxima elección presidencial y parlamentaria que es un hito, no definitivo, pero sentar bases para recrear, reconstituir la presencia política del humanismo cristiano en Chile. Y a mí me parece que si la junta -cuestión que creo que no va a ocurrir- llegara a resolver un apoyo a una candidata comunista, no tendría autoridad moral el día de mañana para convocar, a recrear, a reconstituir lo que fue la falange y lo que debiera ser la democracia cristiana en el futuro.
¿Ustedes con otros expresidentes de la democracia cristiana se han reunido, se han juntado, han conversado respecto al tema presidencial?
Estamos siempre en contacto, coincidimos en lo fundamental. Tenemos matices, obviamente, pero estamos tratando de colaborar con la gestión que realiza Alberto Undurraga, que como presidente del partido ha debido enfrentar un periodo extraordinariamente complejo, muy difícil y donde se encuentra con una situación que históricamente en el partido no existió. Es que, hay algunos que creen que pueden actuar por sí solos sin esperar la resolución de los organismos regulares del partido. El caso del diputado Eric Aedo, por ejemplo, es patético. Es un incumbente que todo lo que dice es pensando solo en su posibilidad de reelección, que está muy compleja no solamente por la candidatura de él, sino que, porque además el partido tiene en esa zona donde va Aedo, a un excelente candidato que es el exalcalde de Concepción Álvaro Ortiz. Ahora es complejo, yo entiendo que la senadora Yasna Provoste difícilmente puede ser parlamentaria nuevamente, si no es con un acuerdo que signifique la omisión de otros candidatos en la zona. En consecuencia, es demasiado evidente que hay personas que están pensando en su situación personal. Los incumbentes como se les dice en términos generales, y eso yo lo encuentro vergonzoso.
¿Hay militantes que han pedido la renuncia a Alberto Undurraga por la gestión realizada en las elecciones municipales, ahora con el pacto y no haber llevado al partido a primarias?
Yo no conozco a nadie que esté pidiendo eso y me parece de muy mal gusto. Creo que Alberto estuvo dispuesto incluso a ser candidato presidencial y unas maniobras internas muy poco claras y un poco oscuras, más bien, lo obligaron a renunciar, con una presión sobre él que es muy difícil de resistir para una persona que está actuando con una buena voluntad pensando en la conducción de este partido. Yo personalmente creo que hay que seguir acompañándolo, respaldándolo plenamente y coincido con él. Creo que no vale la pena tener en función de cuidar la candidatura de cuatro o cinco parlamentarios que por sí solos no son capaces de tener los votos para salir electos, y con ellos hipotecar la credibilidad definitiva de lo que queda del Partido Demócrata Cristiano. Yo estoy entre los que cree que el problema más grande que tiene hoy día la democracia cristiana chilena es la debilidad del Partido Demócrata Cristiano.