Oh I'm just counting

Entrevista Cambio21. La DC "encontró" candidato presidencial: El "tapado" es el multifacético Jaime Hales. Abogado defensor de perseguidos en la dictadura, exdecano de universidad, presidente comunal DC, autor de 77 libros, poeta, fundador de academia de temas holísticos y lector de tarot

Por Oscar Reyes P.

"La DC no tiene candidato ni candidata presidencial". Esa es la tajante respuesta que han dado en las últimas semanas los dirigentes de la Democracia Cristiana, luego de la fallida postulación de su actual presidente el diputado Alberto Undurraga. 

El debate del candidato/a DC se ha tomado las discusiones políticas al interior del partido de la falange y que ha rebotado en la coalición oficialista y su candidata, la militante del Partido Comunista Jeannette Jara. 
Hay un nitido grupo que está por no apoyar a la exministra del Trabajo y otros que ya han hecho pública su adhesión a Jara.
Lo cierto es que en la búsqueda del candidato, se le ha preguntado al exPresidente Eduardo Frei, al senador Iván Flores, a otros exparlamentarios y también dentro de la DC se ha evaluado apoyar al expresidente del fútbol chileno, Harold Maynne Nichols y al exintendente Metropolitano y exmilitante DC Marcelo Trivelli.
Toda esta definición quedará zanjada este sábado. La Junta Nacional de la DC definirá si apoyan un candidato del propio partido, si apoyan a Jara o dan libertad de acción.

Pero en las últimas horas, finalmente la DC tiene un pre candidato que aceptó ser quien los represente ante los chilenos en noviembre próximo. Ahora tiene que ser refrendado y oficializado por el partido.

Estuvimos con Jaime Hales Dib y vimos como su teléfono "se calentaba" con tantos llamados de personas militantes DC y de otros sectores políticos, ofreciéndole apoyo a su novel candidatura. Hales se toma su singular y larga barba y se muestra entusiasmado.

"¿Y nosotros no tenemos nada que decir? ¿Renunciaremos a nuestra historia, a nuestras ideas?"

Hales deja en claro que la DC tiene un origen que buscó ofrecer una alternativa que sea diferente de la oferta que proponían los partidos de orientación marxista y de la derecha promotora y beneficiaria del capitalismo.

“Han pasado poco más de 60 años desde ese momento y hoy el partido parece ser marginal en la discusión política y muchos quieren bajar las banderas para apoyar a una candidatura que no nos representa y sólo polariza las opciones. Se nos dice: o Jara o la derecha (Kast o Matthei)”, asevera Hales.

Y Hales se cuestiona: “¿Y nosotros no tenemos nada que decir? ¿Renunciaremos a ser quienes somos, a nuestra historia, a nuestras ideas? ¿Contemplaremos como si nada importara que se detenga esa flecha que pasaba por las barreras del marxismo y el capitalismo para inclinarnos en un silencio ominoso?”.

El "tapado DC" es abogado de la U. de Chile, escritor, poeta, académico, político, comunicador y especialista en temas holísticos.

Tiene un larguisímo currículo: Apenas llegada la dictadura, trabajó en la defensa de los derechos humanos, actividad que mantuvo como prioritaria hasta 1990. 

Como escritor es poeta, narrador y ensayista y tiene 77 libros publicados.

Es militante DC desde 1970, se ha desempeñado en diferentes tareas como dirigente universitario, territorial y comunal.

En materias holísticas trabaja como Terapeuta de Vida Pasada y lector de Tarot.

En entrevista con Cambio21 se muestra entusiasmado por la idea de ser candidato presidencial: "Cuando me consultaron por este desafio que me hicieron muchos camaradas, dije de inmediato: Aquí estoy para poner nuestros principios, energías, equipos, ideas concretas al servicio de los chilenos"

Defendió a perseguidos en Consejos de Guerra de la dictadura


Usted defendió como abogado de DDHH a los perseguidos en la dictadura. ¿Fue uno de los primeros abogados que defendió a perseguidos y violentados luego del golpe en 1973?

Luego del golpe de Estado yo era egresado y estaba por dar mi examen de grado. En esa condición asumí desde el primer momento la representación de personas perseguidas en la Universidad de Chile, tanto en la Escuela de Derecho como en otras Facultades. Una vez recibido de abogado, abril de 1974, defendí a personas en Consejos de Guerra y trabajé por la libertad de presos políticos que estaban en los campos de concentración que se instaló por parte de la dictadura en diversos puntos del país.  Cuando se creó la Vicaría de la Solidaridad fui abogado colaborador de esa institución. Había abogados de distintos grupos políticos, incluso algunos de derecha como Fernando Fortes que tuvo que ver con el tema de los que buscan asilo como refugiados en otros países y otros independientes, como mi padre Alejandro Hales. Estuve desde el primer día en contra de la dictadura, sin ninguna vacilación.

¿Qué caso recuerda de esas defensas como abogado de los perseguidos por la dictadura?

Hubo muchos casos, sobre todo de recursos de amparo y juicios de ley de seguridad de Estado. Piense que yo alegaba un promedio de 6 recursos de amparo por semana. Y claro, además había que tomar otros casos para “parar la olla”. Los casos más difíciles emocionalmente, fueron asumir la defensa de mi hermano en los Tribunales Militares y que ganamos en la Corte Suprema y en caso del secuestro de mi hermana Carmen Andrea. Otros casos como el del secuestro de un ministro boliviano por militares de ese país con la anuencia de los militares chilenos, el COVEMA, el caso de una “pretendidas guerrillas del arzobispado de Santiago”, el exilio de muchos dirigentes conocidos, la defensa del médico de la Vicaría apresado por el Fiscal Torres, el secuestro de Ramón Arriagada ligado al asesinato de los tres dirigentes comunistas, fueron para mí también de cierta significación emocional, jurídica y política. Pero fueron cientos de casos, dedicándome a todos con gran empeño.

Usted proviene de una familia política. Su padre Alejandro Hales fue ministro de Ibáñez, Frei Montalva y de Aylwin. ¿Cómo fue su relación con su hermano Patricio que fue comunista y luego diputado por el PPD?

Nosotros, en la familia, aprendimos que las ideas políticas no condicionan las relaciones familiares. Mi padre era independiente después del final del Partido Agrario Laborista; mi hermano entró al PC en la universidad y fue importante dirigente en la FECH y en su escuela de Arquitectura; el marido de una de mis hermanas era del Partido Nacional. Siempre supimos tener amigos por afecto y no por ideas políticas ni intereses. Eso es así, para mí, hasta el día de hoy. La relación con mi hermano ha sido siempre buena, a veces muy buena. En general me tiene contento porque nos queremos mucho, más allá de las decisiones políticas de cada uno. Él fue comunista, ahora es del PPD y cuando fue candidato a diputado trabajé por él. 

El tarot y la poesía

¿Cómo se da el paso en la política, de presidente comunal y territorial DC, Concejal, decano de Derecho en una universidad, a ser lector del Tarot?

Es más sencillo que eso. Si tú lees mi currículo, te darás cuenta de la variedad de cosas que he hecho en mi vida Y todo siempre corrió en paralelo: escribo, desde los 5 años; estudio los temas holísticos desde que leí los libros que mi madre tenía en casa, partiendo a los 9 años con uno sobre las Manos; publiqué mi primer libro de cuentos y poesía a los 17; fui seminarista; en fin. Al promediar la vida fundé universidades, fui dirigente de escritores y abogados, ejercí como abogado, soy hincha del fútbol, ejercí como agregado cultural, tuve empresas pequeñas. Hoy tengo ya 77 libros publicados, entre los míos individuales, antologías y libros colectivos. Todo eso se da en un sólo acto: trato de ser una persona integral, que no se consume en una sola dimensión.

¿Sirve el tarot, la numerología en la política?

Por supuesto: porque esos oráculos son para orientar a las personas. No son para adivinar, sino para ayudar a tomar mejores decisiones.

Usted también es poeta. Ha escrito varios libros y uno de los últimos es sobre el amor. ¿Cómo se expresa un poeta en la política?

Soy poeta por sobre todo. La poesía es síntesis e integralidad al mismo tiempo. Como poeta aprendo a decir las cosas en breve, a explicar las cosas sencillamente y a clarificar las ideas. Todos mis libros son “obras de poeta”: si lees mis libros sobre política, ensayos holísticos, textos sobre desarrollo personal, mis novelas y cuentos, mis columnas en Cambio 21 y otros medios, mis cartas a los diarios, todo refleja lo mismo. Y sobre todo, amor. Amor por los demás, por las personas concretas, por mi oficio.

"¿Aceptarías ser candidato? Y acepté"


¿Cómo llegó a ser pre candidato de la DC? ¿Quién se lo ofreció?

Hace unos días un grupo de camaradas tomaron contacto conmigo pues leyeron el artículo en que Ricardo Hormazábal y yo planeamos que la DC debía ser capaz de ofrecer una alternativa ante la polarización. Ellos me dijeron que cuando se conversaba en las bases, la gente decía: “es que no hay candidato, nadie quiere ser”. Y claro, más allá de que hay personas que tienen razones fundadas personales para no serlo, otros temen perder o prefieren ser candidatos a cargos de otro tipo. Yo no ando ni he andado nunca en busca de cargos ni candidaturas. Entonces me dijeron: “¿tú aceptarías ser candidato?”. Y acepté porque creo en las ideas fundamentales de la Democracia Cristiana y estoy convencido que tenemos un proyecto de país que es bueno para todos. Desde que acepté poner mi nombre a disposición para esta tarea, he recibido muchos mensajes positivos, de apoyo, de alegría y de afecto.

¿Cuáles son sus ideas fuerza para mejorar nuestro país en caso de ser candidato presidencial?

Chile está viviendo un difícil momento de polarización política, de temores, de ánimos exacerbados. Las ideas centrales de lo que debemos enfrentar en el próximo gobierno, las puedo resumir del siguiente modo:

Promover un cambio profundo en el ánimo del país, bajando las sensaciones negativas, la violencia ambiente, el miedo y la inseguridad y aumentando el compromiso solidario con las necesidades de todos los chilenos. Todos debemos sentirnos responsables de lo que sucede y actuar en consecuencia.

Acercar al pueblo al mundo de la política, recuperando la formación cívica, el compromiso con las normas e instituciones del país, abriendo espacios de participación. El objetivo es que las personas podamos sentirnos parte de las decisiones y no sólo sean discutidas por los políticos.  Hoy, la democracia es “semi soberana”, como dijo el intelectual chileno don Carlos Hunneus, pues los ciudadanos tienen grandes limitaciones para expresar sus opiniones e influir en las decisiones. Los mecanismos de participación democrática tales como iniciativa popular de ley, fortalecimiento de las Juntas de Vecinos, mayor democratización de los municipios, reactivación de las organizaciones intermedias tales como sindicatos, gremios, asociaciones profesionales, federaciones estudiantiles, entre otras.

Activar la economía mediante el desarrollo de un sistema en que tanto el Estado como los empresarios privados, grandes, medianos y pequeños, puedan articular medidas en beneficio de todos. En materia previsional, de salud y de educación, el Estado tiene el deber de proponer entidades que compitan y colaboren con el sector privado, dando a las personas la posibilidad de elegir donde poner su confianza. 

El Estado debe reorganizarse para aumentar su eficacia y eficiencia, con una moderna legislación que establezca procedimientos y sistemas de conexión ciudadana, claros, transparentes, donde no sea posible que se introduzca la corrupción.

Abrir espacios para los jóvenes y para los jubilados en el sentido de recibir los aportes que puedan dar como servicio a los habitantes del país. Mantener a los jóvenes a al deriva, sometidos a las contigencias de la vida diaria, sin expectativas laborales y sólo privilegiando la competencia, destruye el alma de la sociedad. Dejar de lado a los mayores y no aprovechar sus experiencias y capacidades, es desperdiciar lo que las personas pueden aportar en todas las etapas de su existencia.

Incrementar la capacitación, la formación, la instrucción y la educación en todos los niveles.

 Estas son algunas de las ideas, pero lo central es enfrentar las exigencias de la nueva era de la humanidad entendiendo que la clave está en la persona humana, las comunidades, el respeto por todos, la armonía social que se se sustenta en la justicia, la participación  y la libertad.

¿Cúal es su diagnóstico del por qué a la DC le ha ido mal en las últimas elecciones presidenciales y parlamentarias?

Porque ha tenido, salvo excepciones, directivas que no han hecho lo correcto. Desde aquel presidente del PDC que con su directiva boicoteó a la candidata presidencial, hasta el otro que dijo que había firmado un programa de gobierno sin leerlo. Mensajes confusos, malas decisiones, alianzas deficientes, candidatos inadecuados para distintos cargos, militancia que se incrementó sin formación doctrinaria, desapego a los principios, estilos y valores del Partido. En fin, muchas causas que se fueron juntando, además de una sostenida campaña de sectores de la izquierda y de casi toda la derecha por tratar de hacernos desaparecer, desfigurando nuestro mensaje y a nuestros principales dirigentes. 

¿Usted es de los que creen que la gente ya no vota por el centro político?

Yo no creo en el esquema lineal de la política que entiende que entre la izquierda y la derecha hay un centro que saca un poco de cada lado. El PDC tiene una doctrina que propone una visión distinta de la persona humana, de las comunidades locales y nacionales, de la violencia y la paz, del valor de la solidaridad y eso se traduce en una propuesta que se puede distanciar de los extremos. Si eso no hemos sido capaces de expresarlo, ahora es el momento de hacerlo bien, cuando la polarización ha llegado a extremos que son riesgosos para la estabilidad, las instituciones y respeto por las personas. El pueblo (o la gente como se dice ahora) está dispuesta a votar por quien sea claro, consistente, coherente y muestre una mirada de futuro, respaldada en una propuesta integral de vida en lo económico, político, social, educacional, cultural, internacional.

Debemos presentar una opción presidencial que capte a todos que están renuentes a votar por los extremos


La DC, sus militantes y simpatizantes, pueden verse enfrentados a votar o no por los extremos. Una candidata del PC como Jara y un candidato de ultra derecha como Kast. ¿Qué hará usted?

El país puede verse enfrentado a muchas disyuntivas en una segunda vuelta. Yo creo que nosotros debemos presentar una opción presidencial que pueda captar a todos aquellos que ya están demostrando renuencia a votar por las polaridades. Si no pasamos a segunda vuelta veremos quienes pasan y entonces tomaremos decisiones. En todo caso, Kast no es opción y Jara sólo lo sería en la medida que se garantice un programa de gobierno consensuado, lo que no existe. Si nosotros pasamos a segunda vuelta, otros tendrán las dudas. 

Si lo apoya su partido, ¿qué le dice el tarot?

No consulto el tarot para mí ni me lo veo yo. Sobre todo cuando tengo orientaciones tan claras. Pero ya alguien me dijo hace un tiempo que estaría de nuevo en la arena. Le dije: no creo que sea necesario. Y ha sido necesario.

¿Se ve debatiendo con Jara, Kast, Matthei y los otros candidatos?

Con cualquiera. No se olvide del candidato Artés que es un buen polemista. 

¿Cree que parte con una ventaja por apoyar la causa Palestina en Chile, donde residen cerca de 700 mil hijos, nietos de esa colonia en nuestro país?

No, porque la causa del pueblo palestino une gente de todas las opciones políticas. Lo que sí me beneficia es saber que llevo en mí la energía de ese pueblo de poetas y luchadores, entre los cuales la valentía no es temeridad y la prudencia no es cobardía. Pueden apoyarme los descendientes de árabes y todas las etnias; los católicos, los judíos, los musulmanes, los libre pensadores y los ateos. Porque lo que queremos es un proyecto centrado en la persona humana y su vida en comunidad, donde todos tengamos derecho a ser felices.

¿Qué piensa del genocidio que está ocurriendo en Gaza?

Que es un horror para humanidad. No me gustan las guerras ni la violencia, rechazo todo esto que pasa allí y que es parte de un plan cuidadosamente organizado por el sionismo que usa al actual pueblo de Israel y a los judíos para un proyecto que propone la eliminación de los que por miles de años han ocupado la llamada Tierra Santa.