Piñera y la cultura del pituto y del amigusimo
Por Alfredo Peña R.
"Nos debemos un pacto social donde desterremos la cultura del amiguismo, del pituto y restablecer la cultura del funcionario público competente, no al servicio de sí mismo".
Esta idea la dio a conocer Piñera hace sólo seis meses. Pero todo ha resultado falso.
Datos de observadores imparciales señalan que es el Gobierno -desde la vuelta de la democracia- que ha contratado más personal de familiares, amigos o cercanos a la élite de la derecha.
Y casi todos ganando sueldos impensados para ellos y ellas mismas, por la poca experiencia profesional y su corto currículo.
Este viernes, en el diario de la empresa El Mercurio, La Segunda, publicaron un completo reportaje de la laaarga lista de los "apitutados" y amigos del presidente que trabajan en el sector público.
Hace seis meses exactos, Piñera envio un decreto ley que buscaba eliminar el nepotismo. Lo singular es que en la foto aparecía junto al ministro del Interior y primo hermano Andrés Chadwick Piñera, como se ve en la imagen que encabeza esta crónica.
Y estas fueron algunas de esas ideas al enviar ese proyecto que quedan desmentidas con esta red del amiguismo y del pituto dada a conocer por un "diario amigo", como es La Segunda:
"Queremos decirle sí a los funcionarios públicos honestos, comprometidos y competentes. Queremos decirle no a los funcionarios públicos que vienen a aprovecharse del sector público, a actuar como operadores político o simplemente a buscar beneficios personales", aseguró el Mandatario en julio de 2018.
Entre los principales aspectos de esta iniciativa destaca la regulación de la contratación de parientes, certificando la idoneidad profesional de las personas, cuyo nombramiento se pretende llevar a cabo.
Para las contrataciones se exigirá un informe previo de parte del Servicio Civil en el caso del cónyuge, conviviente civil y parientes por consanguinidad hasta el 3° grado o por afinidad hasta el 2° de ministros, subsecretarios, delegados presidenciales regionales, delegados presidenciales provinciales, gobernadores, secretarios regionales ministeriales, jefes superiores de servicio, embajadores, alcaldes, senadores y diputados.
"Queremos desterrar la cultura del amiguismo, del pituto, del operador político y restablecer en plenitud la cultura del funcionario público de verdad, honesto, comprometido, competente y dedicado al servicio de los demás y no al servicio de sí mismo", aseguró Piñera.
Hoy, cuando se va a celebrar un año desde la asunción del poder, todas esas frases quedan desmentidas.