El ministro de Hacienda, Mario Marcel, se refirió a la iniciativa de Argentina y Brasil, quienes confirmaron que están avanzando en la creación de una "moneda sudamericana común".
El secretario de Estado no se mostró entusiasmado por la propuesta, y descartó que Chile se sume a esta iniciativa, por el momento.
"Si uno analiza lo que ha sido la experiencia, no es demasiado abundante al respecto, que es básicamente la de los países de la zona euro", señaló el ministro, después de una reunión con el presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), José Manuel Mena.
"En la zona euro primero hubo una integración comercial, integración aduanera, luego vino la integración monetaria, que implica no solo tener una moneda común, sino que un banco central común que define una política monetaria que es común a los países que utilizan esa moneda", agregó.
Marcel recalcó que "es necesario un grado importante de coordinación de la política fiscal, para lo cual, en el caso de la Unión Europea, se aprobaron una serie de nuevas normas para asegurar una conducción responsable y común de la política fiscal en los países europeos".
"Desconocemos en el caso que se ha mencionado de Brasil y Argentina cuánto más allá quisiera avanzarse en estas distintas materias, y es una experiencia que, primero, nos preocuparemos de entender su alcance, su contenido", señaló.
En esa misma línea, sostuvo que "Chile es un país observador, asociado de Mercosur, no forma parte de su estructura de toma de decisiones".
"Creo que nosotros, por el momento, estamos cómodos teniendo una política monetaria y una política fiscal propia, que han sido especialmente útiles para comenzar la reducción de la inflación este año. Es un tema que habrá que observarlo para calificar la idea como buena o mala", añadió.
El anuncio de Argentina y Brasil
En una columna en el diario Perfil, los presidentes Alberto Fernández y Lula da Silva expusieron: "Tenemos la intención de superar las barreras a nuestros intercambios, simplificar y modernizar las reglas y fomentar el uso de las monedas locales".
"Decidimos avanzar en las discusiones sobre una moneda sudamericana común que pueda usarse tanto para los flujos financieros como comerciales, reduciendo los costos operativos y reduciendo nuestra vulnerabilidad externa", agregaron.