Piñera comparó a Guillier con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, con toda la carga ideológica que ello supone. “Esta especie de campaña del terror busca ahuyentar a los votantes de centroizquierda”, dice el analista Kenneth Bunker. “Al que menos le conviene que exista una campaña sucia es al que va primero”, critica el sociólogo Axel Callís.
Ojo con esta: campaña sucia ayuda a espantar a electores, lo que favorece a Piñera, advierten expertos
Por Equipo Cambio21
Restan poco más de 20 días para la segunda vuelta electoral y todavía no se producen ataques personales o interpelaciones fuertes entre los dos candidatos presidenciales, Sebastián Piñera y Alejandro Guillier.
Lo único que quizás se salió del molde fue cuando el abanderado de Chile Vamos comparó al senador antofagastino con el jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, con toda la carga ideológica que ello supone.
“Solo hemos visto diferentes ofertones dentro de una campaña de guante blanco y sin fuego cruzado. En la primera vuelta hubo un poco más de roce”, aclaró el sociólogo Axel Callís.
Sin perjuicio de aquello, el propio analista sostuvo a Cambio21 que “al que menos le conviene que exista una campaña sucia es al que va primero. Pero esa misma campaña sucia, lo que hace también, es restar electores. Entonces, uno puede ver por el lado de que quiero restar electores, ¿a quién le conviene? A Piñera, aunque este tipo de campañas generalmente tiende a favorecer al que va segundo”.
“La inercia del que va primero, sobre todo en una segunda vuelta, es favorable y mantiene la velocidad y la dirección del viento. Por lo tanto, yo no sé si esto fue un error de Piñera o un exabrupto. El tema es que normalmente el primero, como señala el manual electoral, mira a la meta y el segundo mira la nuca del primero. Por eso que el segundo es el que tiene que salir a buscar. Ejemplo: en Estados Unidos, Donald Trump salió a buscar a Hillary Clinton, y ella picó, como se dice en bien chileno”, explicó.
“Cuando uno va segundo tiene que tratar de ensuciar al primero, para que el primero se dé vuelta y lo interpele y lo haga existir al mismo nivel”, insistió.
Negatividad positiva
Por su parte, Kenneth Bunker, académico de la Universidad Central, manifestó a este medio que los candidatos “no están siendo agresivos aleatoriamente, sino que responden a una estrategia particular”.
“Con el sistema de voto voluntario las campañas se tornan negativas, en el sentido de que a los competidores les conviene generar que los votantes del rival no vayan a votar, que es al revés de lo que pasaba con el voto obligatorio, donde todos van a las urnas de igual forma y en el que se tiene que cautivar al votante con campañas más propositivas y creativas”, ahondó.
Acá el cientista político también indica que “mientras menos personas votan eso más favorece a Piñera. En su caso, con mayor facilidad va a captar los votos de José Antonio Kast. Sería una opción natural y una transformación orgánica de votos”.
A su vez, Guillier “tiene que hacer más porque con sus votos no le alcanza. Necesita armar algún tipo de coalición entre los votantes del resto de los candidatos de centroizquierda. Mientras más candidatos decidan no apoyar a Guillier, eso más le conviene a Piñera”.
“Lo que ayuda a Piñera es que en esta especie de campaña del terror logre ahuyentar a los votantes de centroizquierda”, remató.