En el debate sobre el reajuste del Sector Público -que se cerró en 3,5%-, además se resolvió el congelamiento de los 320 sueldos más altos del Estado, incluido el de los propios parlamentarios. Dicha discusión llevó al diputado humanista Florcita Alarcón a fustigar a los democratacristianos Matías Walker y José Miguel Ortiz, por votar a favor de reajustarse la dieta y no permitir que la decisión fuera unánime.
Pero de paso, el parlamentario frenteamplista también planteó otra idea: “¡Eliminemos el Senado! ¡Ahí sí que hay plata!”, señaló durante el debate el pasado jueves, según la información de radio Bío Bío.
El presupuesto del Senado supera los 41.000 millones de pesos, lo que implica un gasto para su funcionamiento global superior a los 900 millones de pesos anuales por senador, incluyendo a los tres expresidentes de la República que reciben una dieta similar a la de un legislador de la Cámara Alta.
En tanto, pese a que tiene 3,6 veces más miembros, el presupuesto de la Cámara de Diputados para el año 2019 es de 70.000 millones de pesos, lo que implica un costo de funcionamiento global equivalente a casi 453 millones de pesos anuales por diputado, agrega el mencionado medio.
Para el diputado socialista Marcelo Schilling, la reducción de parlamentarios también se resuelve eliminando la cámara de senadores, pero no descartó la posibilidad de respaldar una reforma constitucional que venga desde el gobierno para reducir congresistas.
“Hay que preguntarse si se sigue justificando en Chile un Congreso bicameral. De pronto reducir el número de parlamentarios de pronto puede ser útil, dejaríamos de escuchar un montón de sandeces que se escuchan acá, como gente que confunde el Mapudungún con el inglés”, en directa alusión el diputado UDI Ignacio Urrutia, que se burló de su par mapuche Emilia Nuyado (PS), quien comenzó en lengua originaria su interpelación al ministro del Interior, Andrés Chadwick.
En el Frente Amplio, el propio diputado de Revolución Democrática, Giorgio Jackson, salió a respaldar la propuesta de Florcita Alarcón.
Si bien discrepó con Schilling respecto a reducir la representatividad de las fuerzas políticas en el Congreso, se sumó a la idea de un parlamento unicameral. “El tamaño del parlamento, si es que queremos reducirlo, nuestra opción es que sea unicameral. Pero esto de estar reduciendo la representatividad de las fuerzas en el parlamento, al menos a mí, no me parece”, remarcó.