El gobierno de Nicaragua declaró el pasado 16 de febrero “traidores a la patria” a 94 opositores y críticos, quitándoles de esta manera la nacionalidad. El hecho ocurrió seis días después de la excarcelación y destierro de 222 oponentes presos, que fueron enviados a Estados Unidos en un avión facilitado por la administración de Joe Biden.
Este miércoles el Partido Comunista en forma oficial emitió una declaración, en la cual señalan que la colectividad “lamenta la medida de destierro de 222 ciudadanos nicaragüenses mediante proceso administrativo, como forma de resolver una situación que es de orden político, sin pretender, con esta opinión, intervenir en los asuntos internos de ese país hermano”.
Los comunistas sostienen que ese tipo de “medidas, que a nuestro entender constituyen atropellos a los derechos humanos, fue aplicado a centenares y miles de chilenos y chilenas bajo la dictadura civil – militar de Pinochet y la Derecha, que no tienen hoy calidad moral para pretender denostar, con el desparpajo que lo hacen, al actual gobierno de Nicaragua”.
En el escrito también abordan la revolución Sandinista ocurrida en dicho país. “Nosotros luchamos, junto al pueblo nicaragüense contra Somoza, integrándonos a la revolución Sandinista, contribuyendo a derrotar el envío de armas desde el gobierno norteamericano, primero, y luego para derrotar a los contras, los mercenarios contratados por EE.UU. para derrocar al gobierno Sandinista”.
Así, continúan y manifiestan que EE.UU. “no ha renunciado a su objetivo de intervenir para derrocar al actual gobierno nicaragüense, y su mano mora tiene mucho que ver con los acontecimientos de crisis política en ese país, con financiamiento, maniobras comunicacionales y otros elementos difíciles de ocultar. Por lo que nuestra solidaridad con ese pueblo permanece”.
En ese sentido, declaran que la “intervención norteamericana, y de poderes extranjeros, constituye también una violación a los derechos humanos de todo el Pueblo de Nicaragua”.
Mientras que reafirman su “irrestricta defensa de los Derechos Humanos, como hemos hecho durante toda nuestra historia, al tiempo que enarbolamos el derecho inalienable de cada pueblo y país a su autodeterminación, libre de toda injerencia externa, en el marco establecido por la carta de derechos fundamentales de Naciones Unidas”.
Por último, recalcan que Chile ha tenido “históricamente, salvo durante la dictadura civil – militar, una reconocida política exterior de asilo a perseguidos políticos y esperamos esto se mantenga no dejando a algunos pueblos en desmedro de otros, como es el caso de Perú, donde el pueblo lucha con tanto ahínco en contra de un gobierno de facto represivo e insensible”.