Sebastián Piñera, participó en la conmemoración de los 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en un acto en la Plaza de la Constitución, donde descubrió una placa donde se lee el artículo N°1 del histórico documento.
Este acto provocó todo un lío con el tránsito peatonal y vehicular porque el perímetro cerrado, en torno a La Moneda, fue demasiado extenso en una hora de mucho tráfico en que las personas se dirigen a sus trabajos. Todo estaba cercado por policías y habían tanquetas, huanacos y otros vehículos policiales.
La actividad se realizó un día después de que el Gobierno señalara que no se plegaría al Pacto Mundial sobre migración de la ONU argumentando que no se trataba de un derecho humano. Piñera, sin embargo, no se refirió al tema.
"Es importante que un país como Chile tenga una actitud de alerta" para respetar los Derechos Humanos, comenzó señalando. Tras esto recordó que en "momento oscuros de nuestra historia" los DD.HH. fueron violados por "los propios agentes del Estado", poniendo como ejemplo lo ocurrido en "los 17 años del régimen militar", la matanza en la escuela Santa María de Iquique, la de San Gregorio, la de Lo Cañas.
"El Estado y la sociedad civil tienen una gran tarea por hacer, porque ningún país está inmune al atropello a los DD.HH.", añadió el Mandatario, agregando que "no hay ninguna circunstancia (...) que justifique el atropello de los DD.HH."
En el acto estaban presentes el ministro de Justicia, Hernán Larraín, la subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren, la directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Consuelo Contreras, y el presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito.
Si bien se esperaba la presencia del canciller Roberto Ampuero, finalmente no asistió a la actividad.
La Declaración Universal de Derechos Humanos marcó un hito en la historia de los derechos humanos y, según informaron desde el Ejecutivo, es el documento más traducido del mundo, disponible en más de 500 idiomas.
Fue elaborado por representantes de todas las regiones del mundo con distintos antecedentes jurídicos y culturales, y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948.
La idea del documento tiene como objetivo el promover, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades.