El Presidente Sebastián Piñera acompañado de la titular de la cartera de Transportes, Gloria Hutt, (foto arriba) encabezaron una ceremonia para notificar a la ciudadanía de una "sustantiva" modificación al sistema de transporte público de la capital. 

Sin embargo, más que modificaciones estructurales, se trataría de sólo un cambio de nombre. Cada una de las malas condiciones del Transantiago quedarían en el pasado, gracias a una reforma que consiste en olvidarnos de ese trágico nombre, el que será reemplazado por el nombre "RED".

Dicha modificación estuvo a cargo de una empresa publicitaria, cuya asesoría al Gobierno costó la suma de $550 millones de pesos, según las propias declaraciones de la Ministra Hutt, quien además defendió esta cifra argumentando que involucra importantes transformaciones en montaje, publicidad en medios y comunicación.

La "asesoría creativa" para la campaña de información sobre el sistema de transportes de Santiago, se encuentra en el portal Mercado Público. 

El Directorio de Transportes de Santiago gastó la millonaria cifra en una "asesoría creativa de alto impacto para campañas comunicacionales de un nuevo estándar de servicio en el transporte público", que contempla el presupuesto para -por ejemplo- informar a los usuarios sobre el sistema.

No obstante aquello, algo escondía esta propuesta. Por ello, indagaciones a la empresa por parte de la sociedad civil permitieron descubrir que el dueño de la empresa "Dittborn&Unzueta", Tomás Dittborn es primo de Juan Dittborn Santa Cruz, cuya esposa es María Trinidad Chadwick Piñera, prima del Presidente de la República y hermana del ministro del Interior, Andrés Chadwick. 

La nueva identidad del Transantiago no ha estado exenta de polémica.

La ex ministra de Transportes y actual directora de la carrera de Derecho de la Universidad Central, Paola Tapia, sostuvo que era mejor que estos dineros fueran destinados directamente en el servicio y no en su imagen.

"Hay que ser muy riguroso cuando uno está en el Gobierno, cuando ejerce cargos públicos, en la administración de los fondos, porque son recursos fiscales y, desde esta perspectiva, sin duda uno preferiría que esos dineros fueran invertidos directamente en mejoras al transporte público más que en su imagen corporativa o en la denominación", indicó la ex titular de la cartera.

Esta situación, generó una batahola de comentarios en la redes sociales y le presentamos la factura con los 550 millones de pesos que costó el cambio de Transantiago a Red.