La prolongación de los noticiarios hasta las 22:30 horas, en promedio, obedece a una razón comercial: permite agregar una o dos tandas más de publicidad con el consiguiente lucro para los empresarios que por tal motivo se olvidan del espectador. Cabe recordar que todos los canales, excepto TVN, son propiedad de empresas privadas que, en su constitución, tienen como finalidad el lucro.

 

Si algo caracterizó a los noticieros de la televisión chilena durante décadas fue su estricta hora de inicio y término. Todos comenzaban a las 21 horas y terminaban a las 22, excepto cuando ocurría un hecho noticioso que ameritaba unos minutos más de pantalla.

 

 

Sin embargo, y tras el terremoto del 2010, esa tendencia se transformó en pasado y las apuestas eran al alargue de las noticias, o mejor dicho a incluir verdaderos rellenos con temas variados, muchas veces intrascendentes para el chileno que sólo busca informarse de los hechos noticiosos del día.

 

Sin embargo, eso de “mostrar hechos noticiosos del día” perdió su encanto. Esto, porque todos hemos visto como en media hora resumen las noticias del día, y la hora restante se resuelve entre reportajes y notas que no muchas veces tienen un gran contenido. 

 

El Consejo Nacional de Televisión (CNTV) publicó la novena Encuesta Nacional, donde cada tres años analizan la pantalla chica y sus contenidos en base a la opinión de personas encuestadas -mujeres y hombres de entre 16 y 80 años-, centrando su estudio en los noticieros de los canales de señal abierta.

 

Y entre los ítem preguntados resurge el tema de las noticias. Un 64% afirma que estos “dedican mucho tiempo a tema irrelevantes” y un 63% que “informan adecuadamente sobre los acontecimientos de Chile”.

 

Un 70% cree que hay noticias que estos programas no muestran y un 65% siente que los noticiarios “se aprovechan del dolor humano”.

 

 

 

Según Juan Carlos Altamirano, analista de medios audiovisuales, la apuesta que tomaron los canales de televisión era principalmente para realizar un noticiero magazinesco con información entretenida. “Hoy en un noticiero podemos ver reportajes de todo tipo y para todo los gustos”.

 

El objetivo asegura el ex gerente de programación de TVN, obedece a razones programáticas donde cada canal tiene sus propias motivaciones. Pero el eje central es “captar a la audiencia prime”.

 

Sin embargo, Altamirano en una entrevista de hace un tiempo a nuetsro medio fue categórico al afirmar que el único damnificado de esta tendencia ha sido el público porque “atenta contra los hábitos de los telespectadores”.

 

 

Aunque el tema de los reportajes y notas sin sentido, no es lo que más preocupa entre los televidentes. El hecho que cada cierto tiempo nos estén advirtiendo de terremotos y desastres naturales -incluso con fechas específicas- es lo que tiene a muchos en estado de preocupación, lo que también ha llegado a las autoridades.

 

De hecho, uno de los casos que más se ha repetido en televisión, y quien más quejas ha recibido, es Juan Andrés Salfate, rostro ancla de La Red, quien una vez más volvió a disfrazar las predicciones como “una forma de preparar a la gente” en caso de una tragedia.

 

Y eso no es todo, porque tras el terremoto que dejó más de 220 muertos en México en septiembre pasado, el brasileño Aroldo Maciel apareció una vez más en los estudios de La Red haciendo un llamado al pánico, augurando un terremoto para Chile que dejaría miles de muertos.

 

Es por ello que el director de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi), Ricardo Toro, anunció que recurrirá al Consejo Nacional de Televisión (CNTV) en vista de la existencia de personas que aseguran poder predecir terremotos y otras catástrofes, pero sin sustento científico.

 

Así lo aseguró en entrevista con radio ADN, donde detalló que "cada vez se están observando mayores espacios donde gente vaticina catástrofes sin base. Eso hace que en un país sísmico como Chile crea mayor preocupación en la población".

 

Según consigna Toro, se trata de una "irresponsabilidad por la gente que lo dice y quienes le dan espacios a estas personas".

 

Si bien el director de la Onemi sindicó a Salfate como una de estas personas, aseguró que también existen otros que se están haciendo cada vez más recurrentes.

 

Para el sociólogo Ricardo Rodríguez, “en televisión hay otro tipo de profesionales que deberían tener una ética para poder saber límites a lo que están mostrando, y esto porque sin duda los televidentes creen lo que les dicen, porque supuestamente son expertos los que aparecen ahí”.

 

“Sin duda me parece que es algo que se debe cuadrar con criterios éticos, donde estos principios se deberían regir según algunos métodos que se relacionen con las decisiones que pueda tomar el periodista. El profesional debería tomar en consideración, antes de publicar la información, tener en claro si se trata de una situación ilegal", plantea el experto.

 

Para el especialista, “aquí quien aparece en televisión o en medios masivos, debería primero cuestionarse cómo se sentiría su madre si la noticia le afectara a ella. Se espera que el periodista realice una reflexión personal e íntima sobre aquello que se quiere publicar. Chocan fuertemente el individualismo sobre el comunitarismo, donde la publicación de la información lucha con lo que realmente es útil para la comunidad”.