Las recientes declaraciones de Arturo Vidal, cuestionando la suspensión de la Supercopa debido a los incidentes en el Estadio Nacional, han desatado controversia dentro del Gobierno.
El jugador de Colo Colo expresó su sorpresa comparando la situación con partidos internacionales donde, a su juicio, se han visto situaciones más graves sin suspender el juego.
“Brasil con Argentina se estaban matando y siguieron jugando. No sé por qué acá en Chile son tan graves”, afirmó Vidal, quien también añadió: “En otros lados hay cosas peores y siguen jugando”.
Estas declaraciones generaron una respuesta inmediata por parte de Jaime Pizarro, Ministro de Deportes, quien destacó que Vidal “debió condenar la violencia, en todo lo ocurrido, hubo fuego y daños de la infraestructura”. Pizarro enfatizó en la necesidad de rechazar cualquier manifestación de violencia en el ámbito deportivo.
Pizarro añadió: “Coincidimos en que no queremos que haya violencia en la actividad deportiva, pero creo que esa visión que había de lo que era el partido no se condecía con lo que sucedía”. Sin embargo, buscó matizar sus críticas al ponerse en el lugar del ex futbolista: “A veces el jugador está inmerso en el vértigo del partido, en la definición de una final. Entonces no tiene el alcance de lo que estaba sucediendo realmente y eso lo hace algo distinto”.
Al ser consultado sobre los próximos juegos a disputarse en el Nacional, Pizarro respondió: “El principal desafío es que se puedan desarrollar tranquilamente. No queremos llegar solo a una disminución de aforo, aunque sí son elementos que se deben tener en cuenta para que se hagan”. La polémica en torno a las declaraciones de Vidal y la postura del Gobierno deja abierta la discusión sobre la seguridad en los eventos deportivos en el país.