“Gabriela” es el nombre bajo el que un reportaje de T13 habló con la víctima de una violación en manada de un grupo de jugadores de Cobreloa, hecho que habría ocurrido el año 2021.

En septiembre de ese año, la víctima asistió a un asado a la Casa Naranja, donde viven los cadetes del club minero.

Y ahí habría sido atacada sexualmente. “Me pegaron cachetadas, me pegaron con un cinturón, me ahorcaron con ese mismo cinturón. Eran bastante violentos”, relató.

Un caso que si bien fue denunciado por la joven, quedó en nada en ese entonces. Esto en parte por las insólitas respuestas que le dieron en la PDI, pese a que el peritaje arrojó que sí existían “signos físicos sugerentes de violencia sexual flagrante”.

La respuesta de la PDI 

Así, la joven indicó que, tras ir a la PDI, “me dijeron muchas cosas que a mí me hicieron desistir de la denuncia. Me dijeron ‘tú tenís que entender que es un club deportivo, tienen buenos abogados, tú qué tenís, quién te ve a pagar el abogado, tú estai sola y tampoco te veís tan afectada como el resto de víctimas’. Entonces, a mí me costó asumir eso, pensé que tenían razón, y ya no quise seguir”.

Incluso, posterior a esto, el 23 de septiembre, los funcionarios entregaron un documento al Ministerio Público donde se sostiene que “no se realizaron más diligencias investigativas, toda vez que el delito de violación fue desestimado por la víctima, puesto que señaló que mantuvo relaciones sexuales con su consentimiento y desistió de continuar con la denuncia”.

Respecto a cómo se gestó esto, la víctima indicó que “llegaron a mi casa, me pasaron un papel y me dijeron ‘toma, fírmalo’. Y yo lo firmé... la verdad no lo leí, lo trajeron escrito”.

Un hecho que dejó muy mal a “Gabriela”: “Me dio depresión, empecé a autolesionarse, me sentía culpable, sucia... los hombres me daban asco, miedo”.

Frente a todo esto, la abogada experta en delitos sexuales, María Elena Santibáñez, en el mismo reportaje, manifestó que “me parece una situación irregular. Supongo que la fiscalía habrá iniciado una investigación sumaria”.

Por eso ahora el caso se reabrió. Y el fiscal regional de Antofagasta ordenó reabrir el caso e instruyó una investigación administrativa para indagar si existió alguna irregularidad en el Ministerio Público local.

Junto a esto, el director de la PDI ordenó dos sumarios y se cambió el equipo a cargo. “Espero que ahora sí me ayuden y me crean”, concluyó la víctima de esta violación en manada de estos cadetes de Cobreloa.