El mensaje del secretario de Estado guarda relación con la decisión de EE.UU. de endurecer su discurso hacia Pyongyang tras el simulacro, que con su potencia incluso llegó a generar un sismo artificial de 6,3 Richter que se percibió en China y Rusia.

El sexto ensayo atómico norcoreano ha sido el mayor hasta la fecha, según reflejan las mediciones sismológicas de diversos organismos que detectaron el fuerte terremoto artificial causado el domingo por la supuesta detonación de un artefacto termonuclear al noreste del país asiático.

La operación fue realizada por el ejército surcoreano, pero el país afirmó que se están preparando "en conjunto con las fuerzas estadounidenses" presentes en Seúl.

El secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, aseguró que en ningún caso Washington buscaría "la destrucción total" del país gobernado por el régimen de Kim Jong Un.

La amenaza se produce luego de que el país asiático efectuara su sexto ensayo nuclear, el más potente hasta la fecha, y asegurara haber probado una bomba H.

Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Japón y Corea del Sur pidieron la reunión, que a diferencia de muchas otros encuentros sobre Corea del Norte, será a puertas abiertas.

La esposa de Leopoldo López fue impedida de hacer una gira por Europa, lo que generó una crítica desde el canciller chileno al gobierno venezolano.

Las sanciones europeas conllevan, principalmente, el congelamiento de bienes, materias primas y restricciones a los desplazamientos de personas cercanas al régimen del líder norcoreano.

La agencia surcoreana Yonhap asegura que el movimiento fue generado artificialmente y posteriormente detectó un segundo movimiento de 4,6° Richter.

Luego de que el gobierno liderado por Kim Jong-Un asegurara haber realizado un ensayo nuclear con una bomba de hidrógeno, el mandatario afirmó que las acciones del país están siendo "peligrosas para Estados Unidos".

El poder del arma sería ajustable a cientos de kilotones de energía y permitiría su detonación a gran altitud.

Cada proyecto tendrá 9 metros de largo y entre 5,5 metros y 9 metros de alto. El Gobierno pagará hasta US$500.000 por cada uno de las pequeñas construcciones.