La ministra en visita extraordinaria de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza González, dictó sentencia de primera instancia en el proceso que investiga el secuestro calificado y la aplicación de torturas en contra de Cristian Mallol Comandari y Héctor González Osorio, ambos miembros del Comité Central del Movimiento de Izquierda Revolucionario, MIR, ocurrido entre diciembre de 1974 y septiembre de 1975, a manos de agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional, DINA.
La magistrada condenó a los brigadieres del Ejército y miembros de la DINA, Miguel Krassnoff Martchenko y Pedro Espinoza Bravo, a 12 años de presidio mayor en su grado medio como autores del secuestro calificado de ambas víctimas. Mientras que José Aravena Ruiz, sargento segundo de Carabineros, fue condenado a siete años como autor del secuestro calificado de Cristian Mallol Comandari.
La querellante Carolina Vega, del Estudio Caucoto Abogados, manifestó que “han pasado más de 50 años y recién hoy se está comenzando a castigar a los responsables del secuestro de las víctimas. La investigación se extendió por aproximadamente siete años y aún queda mucho por avanzar”, señaló.
Agrega que “para nosotros como querellantes, la dictación de este fallo es profundamente significativa. Marca un momento clave en la larga lucha por obtener verdad, justicia y reparación, tras décadas de impunidad”.
De acuerdo a la investigación ambas víctimas fueron detenidas en diciembre de 1974 y brutalmente torturadas mientras estuvieron prisioneras en los distintos centros clandestinos de la DINA. Según se detalla en la sentencia, ambos padecieron apremios físicos y psicológicos de extrema gravedad. Mallol, estuvo detenido cerca de dos años y fue liberado en noviembre de 1976, mientras que González recuperó su libertad 9 meses después de su detención.
Los condenados permanecen actualmente cumpliendo condena por otros diversos procesos de crímenes lesa humanidad en el penal de Punta Peuco. Krassnoff suma más de mil años de cárcel por otros casos de violaciones a los derechos humanos; mientras que Espinoza, quien fuera subdirector de Inteligencia de la DINA y jefe máximo de ”Villa Grimaldi”, también tiene en su contra múltiples condenas por su participación en las desapariciones y ejecuciones de opositores a la dictadura.
Los hechos
De acuerdo a la investigación de la magistrada se ha podido establecer que “el 7 de diciembre de 1974, alrededor de las 10 a 11 hrs, Cristian Mallol Comandari, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionario, MIR, quien a la época de los hechos tenía 26 años de edad ya se encontraba viviendo en la clandestinidad, fue aprehendido en las inmediaciones del inmueble, ubicado en calle Manuel Salas N°347, departamento 21, comuna de Ñuñoa, que correspondía a su antiguo domicilio, el que había abandonado algún tiempo antes, por un grupo compuesto por alrededor de cuatro agentes de la DINA.
En el operativo uno de los agentes encargado de ejecutarlo disparó en contra de Cristian Mallol, quien resultó lesionado por una esquirla en la cabeza, luego fue herido por una bala en una de sus piernas, recibiendo después otro impacto. Mallol fue trasladado en esas condiciones al Centro de Detención Terranova de la DINA, conocido como Villa Grimaldi, donde lo recibieron con golpes de pies y puños y comenzó a ser interrogado apenas llegó al lugar, estando en situación agónica e inconsciente, fue sacado para ser conducido a una clínica a cargo del mencionado organismo. Sin embargo, sin recibir atención médica, fue devuelto al cuartel Terranova en el que permaneció hasta el mes de abril de 1975, periodo en el que recibió descargas eléctricas en distintas partes de su cuerpo y permaneció encadenado de pies y manos durante la mayor parte del tiempo de su detención.
Luego de Villa Grimaldi fue trasladado a Cuatro Álamos, a Tres Álamos y al campamento de detenidos de Puchuncaví, donde estuvo alrededor de diez meses, hasta que logró recuperar su libertad, saliendo del país con destino a Francia en el mes de noviembre de 1976.
El 06 de diciembre de 1974, fue detenido Héctor Hernán González Osorio, militante del MIR, por un grupo fuertemente armado de agentes de la DINA, en el centro de Santiago, quienes lo suben a un automóvil, le vendan la vista y lo trasladan a Villa Grimaldi, lugar donde al llegar fue golpeado repetidas veces, siendo interrogado mediante aplicación de corriente eléctrica en distintas partes del cuerpo en la denominada “parrilla”, que era un catre metálico dispuesto para ese efecto, y sometido a otras sesiones de malos tratos consistentes en golpes constantes en los oídos, en la cara, procediendo a sumergirle la cabeza en un barril con agua sucia, golpes de pies y puños en diferentes partes del cuerpo, situación que se extendió a los días siguientes. En el recinto de Villa Grimaldi estuvo detenido alrededor de seis meses, siendo testigo de cómo sacaban del lugar a otros detenidos que no volvió a ver, luego fue trasladado al recinto de Cuatro Álamos, hasta que un día de septiembre de 1975, sin previo aviso, fue llevado a su domicilio, anunciándole que recuperaba su libertad, con la condición de abandonar el país a la brevedad, lo que finalmente realizó a fines de 1975, con destino a España.
12 años para exagentes de la DINA: Condenan a brigadieres (R) Krassnoff y Espinoza por secuestro calificado de dos miristas. Ambos militares tienen que cumplir más de mil 500 años de condenas


