La muerte de un joven de tercero medio volvió a hacer público los riesgos del consumo de drogas, pero más fuertemente, los cuidados que se debe tener con el ingreso a las drogas. Se debe escuchar a los jovenes.
Suicidio de escolar abre el debate: ¿por qué ingresan al consumo de drogas los estudiantes?
La noticia ha generado una sensación bastante en fuerte en gran parte de la ciudadanía: el suicidio de un estudiante de tercero medio del colegio Alianza Francesa después de haber sido suspendido por tener en su poder 70 gramos de marihuana.
Para algunos, incluso los medios de comunicación, uno de los puntos críticos del caso es que las autoridades del establecimiento en lugar de llamar a los padres del estudiante, notificaron a Carabineros, provocando la detención del muchacho.
Después del incidente, el joven de 17 años, fue interpelado por un Consejo del establecimiento. La entidad determinó suspenderlo por 9 días. Al día siguiente de enterarse de la medida, se quitó la vida.
La verdadera indagatoria
Para los especialistas, reconociendo que el tráfico de estupefacientes es un problema, y de seriedad cuando se produce en estudiantes, denunciar a un alumno antes que profundizar en las razones de la posesión es uno de los errores más grandes en que se puede incurrir.
Creer que Carabineros dará con la raíz del problema que vive un joven de 17 años es ilógico: ellos podrán establecer la procedencia del producto, pero difícilmente darán con la problemática subyacente.
La base, antes incluso que el castigo y la suspensión, es saber porqué un muchacho de 17 años llegó al colegio con 70 gramos de marihuana.
Es por esto que la propia Superintendencia de Educación inició una indagatoria para esclarecer y ver el correcto desenvolvimiento de las políticas internas.
La jefa de la División de Promoción y Resguardo de Derechos del organismo, Ximena Burgueño, dijo que “estamos recién iniciando la investigación, por lo que no es procedente un pronunciamiento sobre posibles sanciones”.
Sobre el hecho de dar aviso a Carabineros en casos de drogas, advirtió que “por tratarse de niños y/o adolescentes, este proceso debe llevarse a cabo con especial cuidado, tras haber evaluado en profundidad los hechos, incorporando a los padres y apoderados, y protegiendo en todo momento la dignidad e integridad física, psicológica y emocional de los estudiantes”.
Desde el colegio manifestaron su pesar sobre el deceso: “Como comunidad sentimos la enorme pérdida por su partida, hubiéramos querido poder anticiparnos a la situación límite a la que llegó. Acompañamos y contuvimos con las herramientas que teníamos a mano y su partida nos ha dejado devastados”.
Para Andrés Morales, sicólogo infanto-juvenil, la realidad de la juventud actual atenta contra un desarrollo correcto de sus acciones.
“Resulta sencillo responsabilizar a una serie de elementos, como podría ser la educación, la cultura o la familia, pero me parece que el centro del problema va mucho más allá. Pero me parece que la gente joven, de forma mayoritaria, tienen muy poco intelecto”.
“Podríamos hablar de una generación que busca relacionarse con las drogas, quienes están conscientes de sus derechos pero no de sus deberes. Incluso podríamos decir que un segmento, bastante amplio, incurre en conductas malísimas”, asegura el sicólogo.
“Me parece que lo más importante es que hay un proceso de imitar, de buscar estas a la moda, incluso en niveles sociales altos. No hay diferencia entre los sectores sociales, la gran mayoría de los jóvenes tiende a repetir e imitar las conductas negativas. En este caso el consumo de drogas es uno de esos”, aseguró el sicólogo.
Fernando Núñez, académico de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, analizó algunos de los elementos que pueden influir en el inicio del consumo de drogas en los estudiantes.
“Los problemas familiares son un punto relevante. Los adolescentes al vivir una etapa de crisis y al tratar de evadir los problemas, buscan salidas fáciles o formas de olvidarlos, por ejemplo por medio del alcohol y las drogas. Muchas veces las adicciones surgen por problemas dentro de la familia (incomprensión, falta de comunicación, golpes, maltrato intra-familiar, rechazo, padrastros, abandono, falta de recursos económicos, dificultades escolares, pobreza absoluta y desamor), al sentir que no son queridos en los hogares, los adolescentes tienen la impresión de no ser escuchados o tomados en cuenta”, explica el sicólogo.
“Los problemas emocionales son otro elemento importante. Cuando surgen los problemas en la vida de algunos adolescentes (regaños, golpes, desconfianza, incomprensión, conflictos económicos en la familia, padres adictos o divorciados, dificultad de aprendizaje escolar, etc.), reflejan una gran depresión emocional, en la que pueden sentirse llenos de rencor, ira y vergüenza, por el comportamiento de los padres, amigos o conocidos. Estos jóvenes buscan la manera de que no les afecte gravemente en su estado emocional y utilizan una forma de salir de ellos con ayuda de una adición”, indicó Núñez.
“Otro eje de inicio son las influencias sociales. Al no ser aceptado por los amigos o una condición para ingresar a cierto grupo es el ingerir droga, ser como ellos e imitarlos. Los adictos pueden hacer los comentarios que quieran sobre la persona que no está dispuesta a entrar en las drogas; los adolescentes deben ser muy conscientes de sí mismos y mantener su postura de decir NO”, aseguró el profesional.