Oh I'm just counting

Con cuánto se gana o se pierde en la elección presidencial y parlamentaria este domingo 19 de noviembre

¿Será un fracaso para las demás cartas de la centroizquierda no superar al senador Alejandro Guillier en la primera vuelta? ¿Llegar quinto supone un replanteamiento de su futuro político de ME-O? ¿Menos de 10 escaños son un toque de alerta para la DC? Se vienen las explicaciones para este domingo 19 de noviembre.

Por Guillermo Arellano
 
Por mucho que se diga que las elecciones no se pierden, sino que se explican, en realidad sí hay ganadores y sí se producen derrotas. Y de cara a lo que serán los comicios presidenciales y parlamentarios del próximo 19 de noviembre, la lista de triunfadores se supone que será bastante más acotada que la de los vencidos. Como siempre.
 
No por nada de los ocho postulantes a La Moneda solo dos accederán a la segunda vuelta del domingo 17 de diciembre, Sebastián Piñera y Alejandro Guillier, de acuerdo a lo que indicen las encuetas de opinión y, por cierto, si es que el favorito de la campaña, el empresario de Chile Vamos, no logra superar el 50% más uno de los votos.
 
La idea, esperan en la derecha, es que Piñera sume el 45% y logre una ventaja lo más holgada posible ante Guillier. Por contrapartida, cerca o menos del 40% y una distancia de hasta 12% del periodista involucra un balotaje demasiado cerrado.
 
¿Será un fracaso para las demás cartas de la centroizquierda no superar al senador independiente de la Nueva Mayoría? En el caso del Frente Amplio, las expectativas renovadoras de la política que se anunciaron con bombos y platillos tras la creación del conglomerado estarán supeditadas al tercer lugar competitivo que puedan lograr en las urnas.
 
 
No da lo mismo pelearle voto a voto al candidato del eje PR-PS-PPD-PC-MAS-IC que quedar a diez puntos o más de él con Beatriz Sánchez a la cabeza. He ahí un margen mínimo de rendimiento que se debe superar.
 
Carolina Goic, en tanto, tiene como parámetro los dos dígitos que anhela obtener este domingo. Supondrá la vigencia del electorado que milita o que es cercano a la DC y dejará en buen pie a la falange para entrar a negociar con autoridad los aspectos programáticos de la segunda vuelta. Menos de 10 puntos sería una real tragedia griega, admiten en Alameda 1460.
 
En el caso de Marco Enríquez-Ominami (PRO), su techo es el 5% que registró en la pasada encuesta del CEP, que es la mitad que registró en el proceso de 2013 y bastante menos que el 20% que sumó inesperadamente en 2009 por fuera de la Concertación.
 
Llegar quinto supone un replanteamiento de su futuro político, aunque podría quedar sexto. ¿La razón? José Antonio Kast y la irrupción conservadora que amenaza con robarle ganado de la derecha más dura a Piñera y a los sectores más religiosos que históricamente han apoyado a la Democracia Cristiana. Superar el 10% sería un verdadero golpe a la cátedra, y no solo para la oposición, pero menos del 3% un retorno a la dura y triste realidad.
 
Tanto Alejandro Navarro como Eduardo Artés están mirando al futuro con sus respectivas aventuras presidenciales. Al senador del Biobío le quedan cuatro años de período legislativo y quedaría en buen pie para optar a ocho más o, por qué no, en la persistencia de la lucha por la banda tricolor en 2021 con el Partido País.
 
Y al profesor, tras la constitución de la Unión Patriótica como colectividad legal, se le abre un momento de consolidación o quiebre de sus postulados desde la oposición. La calle será su prueba de fuego.
 
Eso sí, mejor que ninguno de los diga nada si no superan el 1% de los votos. Será una debacle por donde se le mire.
 
Bajará representación parlamentaria
 
En cuanto al ítem parlamentario, no es mucho lo que se puede adelantar a causa de la gran cantidad de candidatos que se presentaron (124 al Senado y 910 a la Cámara), sumado a los altos índices de abstención que se anticipan para la jornada del domingo (más del 60%).
 
De todas maneras, por un asunto estrictamente matemático tras el aumento de cupos a elegir en el nuevo sistema proporcional (de 120 a 155 diputados y de 38 a 50 senadores), la representación parlamentaria de cada una de los partidos bajará, sobre todo de los tradicionales tras el refichaje de militantes que impuso la Ley de Partidos Políticos.
 
Como sea, si la DC baja de 19 a 10 cupos el escenario es de oscurantismo total. Lo mismo si se producen caídas en el PS, el PPD, el PR y el PC, que es posible por culpa de la dispersión que ocasionan los rivales del Frente Amplio.
 
A la inversa, las colectividades recientemente constituidas debiesen obtener los escaños suficientes como para matricularse con al menos un comité conjunto o, al menos, sobrevivir legalmente.
 
Para que quede claro: menos de diez escaños será un fracaso para el FA, al igual si los partidos que se sumaron a Chile Vamos, el PRI y Evópoli, no mejoran sus cifras y asientos en el Congreso. Si esto no se cumple, será un fracaso escrito con negrita y Arial 12.
 
El recado corre también para los que tienen un solo asiento que defender más allá de la pelea presidencial: Amplitud de Lily Pérez, Partido Liberal de Vlado Mirosevic, Revolución Democrática de Giorgio Jackson, el autonomismo de Gabriel Boric, Izquierda Ciudadana de Sergio Aguiló y el naciente movimiento regionalista de Alejandra Sepúlveda (Miras).
 
A preparar las explicaciones se ha dicho.