Oh I'm just counting

Ni ahí con la política: identificación ciudadana con partidos bajó 60 puntos en 25 años

En el año 1992 la identificación con los partidos era del 86,1%. En el año 2015, esta cifra cae radicalmente a 19,1%.

Las cifras que entregó la encuesta CEP allanó el camino de cara a las presidenciales de noviembre. Con los candidatos sacando cuentas positivas y negativas, muchos creen que la suerte está echada.
 
Sin embargo, entre todos los números que entregó el estudio, uno fue impactante; pero ni siquiera desde la encuesta CEP ni desde el mundo político hicieron eco de su magnitud: la identificación de las personas con los partidos políticos.
 
Distanciamiento, a lo menos
 
Las cifras realmente pueden llegar a ser alarmantes, pues comparativamente el descenso en los números que reflejan la identificación ciudadana con los partidos es preocupante: si en 1992 era del 86,1%, en el año 2015, cae radicalmente a 19,1%.
 
Asimismo, cuando en el año 1993 se preguntó si la ciudadanía no se identificaba con un partido político, solo un 13,3% lo consideraba. En el año 2015 este porcentaje se eleva al 78,4.
 
Queda claro que con democracia, antes que cercanía y relación, hubo una lejanía y un distanciamiento entre los partidos políticos y la ciudadanía.
 
Qué lo explica
 
Buscando profundizar en esta dinámica ciudadana conversamos con el analista político Patricio Gajardo, quien describe el cambio vivido como “un paso desde el combate a la dictadura, una escena épica, que traía muchos elementos ideados para el futuro, pero que con el paso de los años no fue lo que muchos de los identificados con el cambio esperaba”.
 
“Se ha dado una desideologización de la política, algo que se vive con fuerza al principio de los 90, donde el retorno a la democracia hizo que muchos tomaran con cierto distanciamiento aquello conseguido, y después de las parlamentarias de 1997 los niveles de falta de motivación política se incrementaron”, comenta Gajardo.
 
Sobre la situación actual y un eventual cambio a cómo era antes, Patricio Gajardo suena escéptico: “Tenemos que decir que esta es una realidad que afecta a muchos países, y dejar en claro que esto no solamente nos sucede a nosotros. Luego, conociendo cómo es el funcionamiento de la democracia, es necesario tener claro que se trata de un sistema flexible y que, la verdad, volver a como era antes me parece imposible. Tendríamos que esperar a que el sistema democrático pueda acomodar su ruta para volver a ser convocante. Pero una mirada ideológica me parece que ya no se tendría que esperar”, concluye.
 
 
Por su parte, el cientista político y académico de la Universidad Central, Marco Moreno, al revisar esta situación indicó: “Desde mediados de los 90 hemos visto una crisis de autorización de representación democrática en donde los partidos políticos han comenzado a ser cuestionados por la ciudadanía. Este fenómeno es conocido como la despartidización”, comentó Moreno.
 
“Los partidos han dejado de ser el espacio que tenian como interlocutores entre los gobiernos y la ciudadanía; actualmente surgen otros elementos que encarnan esta relación representativa. Es tal la desconexión que la ciudadanía se ha distanciado de la política, no así de la democracia. Se sigue haciendo política como en tiempos antiguos y esto afecta la imagen de los partidos y el distanciamiento de la ciudadanía”, agrega el decano de la Escuela de Ciencias Políticas.
 
“Los partidos políticos seguirán siendo un actor clave del sistema democrático, pero ellos requieren un proceso de reconstrucción, no basta con el tema del refichaje y del financiamiento, tienen que cambiar las practicas que regulan el funcionamiento interior de los partidos. Este paso es necesario”, aseguró.