Todos los expertos y analistas coincidieron en una sola cosa: el último debate presidencial de Anatel que protagonizaron Sebastián Piñera y Alejandro Guillier sirvió para reforzar a los votantes de uno y de otro bando, pero también para acentuar las dudas respecto a los indecisos, muchos de los cuales se encuentran en el Frente Amplio.

 

Si bien Beatriz Sánchez, abanderada del bloque en la primera vuelta, manifestó su voto a favor del senador antofagastino, por otro lado existen otros líderes del sector que aún no se pronuncian, los que incluso sostienen duras críticas hacia la candidatura de la Nueva Mayoría.

 

Como ejemplos, se destacan los diputados electos Gabriel Boric (MA) y Miguel Crispi (RD). Mientras el primero dice que no se siente convocado por el “todos contra la derecha como fue con Pinochet”, el segundo advirtió que no sabe si “nos vamos a levantar a votar con mucho ánimo por Guillier”.

 

¿Los respaldos de última hora alteran el algo el panorama electoral? ¿Todas las cartas ya están echadas? Consultados por Cambio21, Sebastián Aylwin, vocero del FA, y Pablo Rodríguez, investigador del Instituto Libertad, se refirieron a este delicado y tenso momento.

 

 “Libertad con ciertos márgenes”

 

“Lo fundamental de lo que decidió el Frente Amplio, que fue dar libertad de acción, es mantener la unidad y proyectarse más allá de la segunda vuelta. Es una definición que no genera consensos internos, por eso que se apostó a cuidar esta libertad, pero con ciertos márgenes”.

 

La explicación que entrega Sebastián Aylwin se acota con el rechazo a que alguien del sector vote por Piñera, “que se pondría por fuera del FA”, sostuvo, pero aclarando también que “no se puede decir si algún dirigente a último minuto vaya a tomar una posición u otra, porque todo eso se enmarca dentro de la determinación que adoptó el FA”.

 

Sobre las críticas de Boric y su posible voto nulo este domingo, el portavoz del frenteamplismo contestó: “nadie se vería sorprendido si nosotros dijéramos que no sabíamos el nivel de apoyo que íbamos a tener el pasado 19 de noviembre. Por lo tanto, para nosotros es difícil medir el nivel de impacto que puedan tener las declaraciones de Beatriz Sánchez, de Gabriel o de cualquiera de las persona más conocidas del FA”.

 

“No creo que tengan un nulo impacto, sino no serían los dirigentes que tienen en alza a este movimiento. Sin embargo, lo que todos creemos es que es más probable que el FA se haya extendido más allá de sus redes inmediatas. Por lo mismo, es un electorado distinto que piensa la política de una manera diferente a la que se hacía antes. Probablemente tomarán una decisión autónoma y en conciencia luego de escuchar a los líderes del FA y a los candidatos presidenciales”, complementó.

 

 

 

Todo sirve a juicio de Pablo Rodríguez. “Pensando que será una elección estrecha o abierta sí pueden influir este tipo de gestos de última hora, donde una persona, líder o partido pueda llamar o convocar a votar por alguien. Habría un efecto”, indicó.

 

“Esto hay que verlo desde una perspectiva más amplia”, agrega, “dado que en las últimas dos o tres semanas se esperaba más acercamientos y encuentros entre la Nueva Mayoría y el Frente Amplio, lo que no ha pasado en términos generales y a nivel programático”.

 

“Por ende, la expectativa de que algo distinto pueda cambiar lo que va a pasar en los próximos días no tiene ese ambiente. No se sabe si están las condiciones para que una declaración de ese tipo pueda alterar el escenario. Se trata de algo que no pasó y que es difícil que pase en estos días”, remató.