Oh I'm just counting

El codiciado voto evangélico se toma la campaña: expertos niegan efectos electorales tras la disputa con el gobierno

Ningún candidato a La Moneda, con la excepción de José Antonio Kast, se ha referido a este tema, ni a favor ni en contra, lo mismo que los postulantes al Congreso. Por algo será. Por Equipo Cambio21

Algunos datos a considerar respecto a la Iglesia Evangélica:
 
- Es la segunda religión del país después de la católica con el 16,4% de los chilenos mayores de 15 años, de acuerdo al Censo de 2012 (la medición de este año no incluyó preguntas sobre religión). Si en ese momento el recuento trajo como resultado 16. 634. 603 habitantes, saque la cuenta.
- Según la Encuesta Nacional Bicentenario de la Universidad Católica y Adimark (2014), el 16% de los chilenos adhieren a este credo.
- La mayoría de sus fieles está en la Región Metropolitana (723.567). Le siguen Biobío (487.965), La Araucanía (193.660) y Valparaíso (145.750).
 
Si bien el analista y académico Patricio Navia afirmó que hablar de “la” Iglesia Evangélica “es errado e ignorante”, dado que “hay mucha diversidad de posiciones y competencia entre ellas”, en genérico se calcula que su universo electoral conjunto llega a los dos millones de personas, si es que no más.
 
¿Votan todos? Difícil de saberlo. Por de pronto, tras el Te Deum que el pasado domingo 10 de septiembre enfrentó a un sector de los apodados “canutos” con la Presidenta Michelle Bachelet, a causa de los proyectos valóricos (ley de aborto en sus tres causales y tramitación del matrimonio igualitario y la agenda de género), se abrió un debate sobre la relevancia que tendrá este sector en las urnas el próximo 19 de noviembre.
 
Todo esto se condimenta con la presencia de cercanos del abanderado presidencial de Chile Vamos, Sebastián Piñera, que pertenecen a las jerarquías evangélicas y el quiebre que determinaron la mayoría de los obispos con el Ejecutivo.
 
 
Para el bronce: el senador Iván Moreira (UDI) aseguró que no falta mucho tiempo para que un evangélico sea Presidente de la República. ¿Autobombo para 2021?
 
¿No le llama la atención que ninguno de los candidatos a La Moneda, con la excepción de José Antonio Kast (exUDI), se han referido a este tema, ni a favor ni en contra, lo mismo que los postulantes al Congreso? Por algo será.
 
Importan más los planteamientos políticos
 
En opinión del cientista político Patricio Gajardo, si la polémica de los insultos y la reacción del gobierno “se hubiera producido en un período no electoral, todo esto se resuelve antes con una simple declaración pública o un gesto de abuenamiento”.
 
“Pero como ocurre a dos meses de la elección se genera una pugna y el asunto se torna relevante y se la da más escándalo del que debiera tener, más allá de que nada justifica que se insulte a la Presidenta por parte de los grupos evangélicos más extremos”, comentó a Cambio21.
 
Para el académico, “una candidatura presidencial no depende de los efectos que provoquen este tipo de actos. Siguen teniendo mucha más importancia los planteamientos políticos que se efectúan en una campaña”.
 
 
La llevan las grandes mayorías
 
Por su parte, la economista y académica María José Becerra Moro sostiene que lo que pase con los Te Deum (sean católicos o evangélicos) no debieran concitar tanta atención, dado que “hoy vivimos bajo un Estado laico que está por encima del rol institucional que puedan tener las iglesias”.
 
“Son mucho más importantes las políticas públicas que se proponen en la campaña que las reacciones de los evangélicos. Por lo mismo, no podemos saber si habrá un escenario complejo o si estos grupos serán decisivos en la próxima elección”, expresó a este medio.
 
Raya para la suma: “lo único que tiene importancia electoral son los temas que se desarrollan pensando en las grandes mayorías que tiene el país”, remató.