No hay dudas: estamos en presencia del peor momento del Frente Amplio desde su creación a la fecha.

 

Todo gatillado por la bajada de Alberto Mayol como candidato a diputado por el distrito 10 (Santiago, Ñuñoa-Providencia y Macul-San Joaquín-La Granja) por parte de las cúpulas de los parTidos del conglomerado y la filtración de un audio donde el sociólogo cuestiona la postulación de la militante de Revolución Democrática Natalia Castillo.

 

La medida, como era de esperar, generó un sinfín de críticas, recriminaciones y frases cruzadas. Mayol comparó la situación con la “Inquisición” y el “Piñeragate”, a la vez que su esposa, la cientista política Claudia Castagna, tildó al diputado de RD Giorgio Jackson de “cobarde” y luego preguntó: “¿de verdad crees que Alberto puede agredir a una mujer? ¿Tanto miedo te da su liderazgo?”.

 

Además, desde el bando cercano a Mayol denunciaron que luego de “terminadas las primarias presidenciales, desde Revolución Democrática se negaron con impresentables y evasivas explicaciones a integrar a Alberto Mayol y a ninguna de sus propuestas programáticas y políticas a la candidatura presidencial de Beatriz Sánchez”.

 

“Excluyeron también de la Mesa Nacional a los movimientos del Socialismo Allendista y a Ukamau y a la Izquierda Cristiana”, añadieron en un comunicado de prensa.

 

En respuesta, Jackson (expresidente de la Feuc) negó que la decisión de tumbar a Mayol tenga relación con su repostulación parlamentaria. Sin embargo, tanto el otro líder del sector, el también diputado Gabriel Boric (MI), como el aspirante a la Cámara del Partido Humanista, Tomás Hirsch, optaron por hacerse a un lado de la definición que adoptó la mesa política del FA.

 

“Nos retractamos de haber apoyado y firmado dicha resolución y ofrecemos disculpas a toda nuestra militancia por los errores cometidos”, declaró el Movimiento Autonomista que comanda Boric, quien previamente había dicho que “ha sido una situación complicada y triste”.

 

“No hay que meterse en la chimuchina ni en los dimes y diretes”, expresó Hirsch a Cambio21. “Se tiene que retomar el diálogo entre los timoneles de los partidos, reponer confianzas, hablar con Alberto y que Beatriz Sánchez (respaldó a Jackson) se pronuncie”.

 

“Esta crisis nos debe llevar a aprender de los errores, que creo que se han cometido. La única opción es actuar con transparencia y sinceridad. La ciudadanía nos castigará si no corregimos los caminos mal dados. Y al revés, nos va a premiar si tomamos una reflexión y rectificamos con el diálogo de por medio”, insistió.

 

 

 

Otra parte importante del análisis tiene al Frente Amplio en una situación bastante desmejorada si se compara con su símil español, Podemos, el cual nació casi al unísono con el grupo chileno (2011), pero que hoy ostenta una importante bancada parlamentaria: 5 eurodiputados (conseguidos en 2014), 16 senadores y 43 diputados, los que suben a 21 senadores y 71 diputados si se agregan los partidos filiales de regiones y el 21,1% de los votos obtenidos en las elecciones generales de junio de 2016.

 

A la inversa el FA solo muestra 3 diputaciones (Jackson, Boric y el liberal Vlado Mirosevic) y aspira sacar en noviembre próximo el 10% de la Cámara Baja (15 diputados).

 

Para John Müller, columnista de El Mercurio y del medio digital El Español, “las diferencias entre el Frente Amplio y Podemos parecen estar claras. Podemos ha conseguido, en un tiempo récord, transformar el descontento ciudadano en poder institucional. Al mismo tiempo, se ha constituido como un partido bien implantado en casi toda España. Tiene un modelo de partido claro, jerárquico y centralizado, y un liderazgo definido que ostenta Pablo Iglesias”.

 

Por otro lado, “el Frente Amplio tiene un camino largo y conflictivo que recorrer. Antes de la toma de posesión del nuevo presidente en marzo de 2018, tendrán que realizar un congreso o asamblea que defina su liderazgo y su forma de organización que aún es precaria. Algunos de sus actuales líderes avanzan, ya que esa instancia supondrá una fuerte centralización de la organización. La jerarquía y la disciplina pasarán a ser valores centrales”, explicó.

 

Ante esto, la analista María de los Ángeles Fernández, sostiene desde Europa que “hay similitudes de contexto, ya que tanto Chile como España están experimentando cambios en sistemas políticos que funcionaban con una lógica bipartidista a otro donde hay más actores en juego”.

 

“Ambos experimentos políticos están conducidos con una lógica bien personalista aunque en Podemos se observa un claro sesgo estalinista por parte de Iglesias. Por su parte, Jackson partió con cierta frescura y con una opinión pública a su favor. No sé si luego de los más recientes manejos podrá seguir sosteniendo la promesa de novedad política”, indicó a este medio.

 

Tras lo que consideró como “pataletas de Mayol y de su esposa (que fue mi alumna)”, Fernández expresó que “el FA es vino viejo en odres nuevos. La política electoral, que es la única que parece haber en Chile, se lo esté devorando. Añade las diferencias que son estructurales en la izquierda”, remató.