Fue hace 10 años que Juan Pablo Álvarez apareció por primera vez en televisión para ser uno de los reclutas en el reality Pelotón, programa donde logró ganarse el cariño del público.

 

Sin embargo, los buenos recuerdos de su paso por la TV quedaron atrás y hoy el exrecluta Álvarez tiene una vida completamente distinta. Ahora se desempeña como operario de máquinas en la Agrícola Garcés, en San Francisco de Mostazal.

 

Según lo informado por el matinal Muy Buenos Días, Juan Pablo vive un complicado momento ya que está a punto de ser embargado: “Me estafaron en 2014, perdí mucha plata y quedé con una deuda muy grande”.

 

Es por esto que no tan sólo trabaja en la empresa frutícola, ya que también junto a su familia elabora y vende distintos productos, como tortillas, pasteles, para así reducir las deudas que tiene acumuladas.

 

Incluso, el exparticipante de 1810 también confesó que uno de sus trabajos adicionales es el de corpóreo de la empresa: “Me disfrazo de un mono que se llama Cerecito”. De esta forma, logra juntar dinero extra que le ayuda a pagar sus cuentas y así evitar, por ahora, el embargo.

 

Álvarez aprovechó el espacio en TVN para hacer un feroz descargo en contra de los medios: “Mi vida cambió y mucho (con la televisión), pero no sé si fue una buena decisión (ingresar al reality). Quizás, si yo no hubiera entrado al reality habría tenido mi casa, mi auto, habría estudiado, pero no. Me cuestiono y no fue la mejor decisión”.

 

Y no tan sólo eso, pues el exrecluta pidió frente a las cámaras del matinal que dejen de entrevistarlo e, incluso, exigió que sólo lo llamaran si le ofrecían algo de dinero: “No me llamen más, no existo para ustedes, me cagaron la vida. Si me van a llamar de un programa y me van a ofrecer 10 millones háganlo, sino no se tomen la molestia”, concluyó muy molesto.