Este domingo comenzó la franja electoral televisiva de cara a la segunda vuelta que enfrentará a Sebastián Piñera y Alejandro Guillier.

 

Y más allá de los contenidos de campaña, eslóganes, frases fuerza, mensajes e imágenes que se vieron en la primera emisión, que consistió en 2 minutos y 30 segundos para cada uno de los abanderados presidenciales en horario prime, existe un estado emocional que podría marcar la diferencia en las urnas el próximo 17 de diciembre.

 

Consultado por Cambio21, Cristián Leporati, director de la carrera de Publicidad de la Universidad Diego Portales, manifestó que “tenemos a un candidato como Piñera, que tuvo una etapa feliz tranquila, cómoda, segura y con mirada de país y futuro en la primera vuelta, con un discurso previsible, sólido y consistente en términos comunicacionales, lo mismo que sus asesores y su comando, que traían una línea de certeza por detrás”.

 

 

“Después de eso, cambió el paradigma, porque la ciudadanía le dijo: ‘ojo, que a nosotros nos interesan las reformas y lo que hizo Bachelet, aunque nos gustaría profundizarlas con mejor gestión quizás’. Y con este cambio, él quedó fuera. Y con eso se le vino abajo la tranquilidad y la estrategia comunicacional. Por lo tanto, yo me imagino una derivada de eso, con un candidato con bastantes novedades”, agregó.

 

En su opinión, “será muy interesante ver cómo asume Piñera esta derrota comunicacional y cómo le revierte en la franja electoral, tanto en la competencia con Guillier como contra el gobierno actual. Es un recicle con un toque neoliberal que debe plasmarlo para que sea creíble y no sea un copy-paste, lo que sería dramático para él. Es un cambio de lenguaje importante”.

 

Y respecto de Guillier, el académico sostiene que “él tenía un discurso bastante inconexo y poco certero, pero que después de la primera vuelta cambia por uno más claro sobre su programa”.

 

“Agarra más confianza de que puede ser ganador, lo que es súper importante porque se empieza a notar. Lo escuché en la radio con solvencia, prestancia, solidez y con una actitud de candidato ganador”, insistió.

 

 

 

Categórico, Leporati asegura que “mientras uno se fortaleció en lo emocional, que es Guillier, que quedó como un ‘player’ y un jugador de fusta y complejo para Piñera, el otro no. Y el elector respira e intuye la angustia. Y a la gente no le gusta la angustia, que es lo que debe resolver Piñera” de cara a los últimos debates presidenciales.

 

“Vamos a ver a un candidato nervioso y a otro tremendamente relajado que toda su vida ha navegado en la televisión, lo que también puede alterar el orden de la franja”, advirtió.