“Un mayor grado de endeudamiento relacionado al PIB es signo de desarrollo”, dice Javier Irarrázaval economista USS. En cambio, Hernán Calderón, de Conadecus, destaca que "más del 50% de la fuerza laboral chilena está sobreendeudada. Eso es gravísimo”. “No es terrible que Chile esté tan endeudado y probablemente lo que tenemos que analizar son otras cifras como en qué nos estamos endeudando, que pasa con la morosidad”, tranquiliza la economista Andrea Sucre.
Los chilenos somos líderes de Latinoamérica para endeudarnos. Necesitamos educación financiera
Por María Cristina Prudant
Los chilenos somos líderes en América Latina en endeudamiento y eso, para muchos, es una gran preocupación y es muy grave. Sin embargo, hay entendidos en la materia que plantean todo lo contrario porque lo califican como una señal de desarrollo, tener una deuda es un activo que tiene la persona. Pero, lo más importante es saber endeudarse y para ello los chilenos deben informarse bien.
Javier Irarrázaval, economista y académico de la USS, dijo sobre este tema que algunos reportes del FMI y otros organismos como el Informe Lyon dicen que la deuda privada de consumo de los hogares chilenos es, en unos casos, del 45% del PIB y en otros del 42% .En cualquiera de los dos casos somos los líderes de Latinoamérica.
Si es una mala o buena noticia, Irarrázaval dice :“A mí un país se desarrolla tanto en PIB pér cápita como en muchos otros indicadores. Uno de aquellos indicadores que empieza a aumentar también es el porcentaje de endeudamiento de los ciudadanos de ese país. O sea, en el mismo informe Lyon dice que Europa Occidental, en promedio, los hogares están endeudados en un 75% del PIB en el caso de Latinoamérica un 30% y Chile un 42 y como bien sabemos, Chile, está en un estado de desarrollo que va de alguna manera intermedia entre latinoamérica y Europa”.
“No es una noticia mala per sé”
“No es una noticia mala per sé, es la verdad de un signo de desarrollo que tiene mucho que ver con el tema d que Chile es un país que tiene juna bancarización del 98%, más alta de Latinoamérica. Y eso no se da en el resto de los países de Latinoamérica pero sí en los de la OCDE que llegan al 99%”.
“Un mayor grado de endeudamiento en relación al PIB es signo de desarrollo asi es que per sé no es motivo de una preocupación. No es una mala noticia”, aseguró Irarrázaval.
También puntualizó que “hay que saber diferenciar lo que es deuda de morosidad. La deuda no es mala, de hecho para una persona común y corriente, esas personas su principal activo es su capacidad de deuda. Su capacidad de deuda es un gran, gran activo. Si tu quieres comprar una casa de 1000 UF y ahorraste 100 UF, tu mejor activo van a ser esas 900 UF que te pudiste conseguir porque tienes una cierta capacidad de endeudamiento. Eso me gustaría destacar, que la deuda no es mala, sino que expande posibilidades de consumo en tanto y cuanto haya una educación financiera apropiada y la gente sepa en qué se está metiendo”.
63% de los ingresos de chilenos lo destinan a pagar
Hernán Calderón, presidente de Conadecus defiende a los consumidores que están sobreendeudados. “Cerca de 4 millones y medio de personas con deuda tienen a lo menos una cuota impaga. Están en Dicom por morosidad. Esto significa que más del 50% de la fuerza laboral chilena está sobreendeudada. La fuerza laboral es de aproximadamente 8 millones y medio. Por tanto es gravísimo. Además, se dice que el 63% de los ingresos de los chilenos están destinados a servir deuda y lo que les queda para otros gastos es casi nada.
“La familia chilena se ve expuesta a innumerables tropelías que hacen las oficinas de cobranza, que utilizan todos los resquicios legales e ilegales, con tal de conseguir que las personas paguen sus deudas”.
“A eso se le debe agregar que las tasas de interés son altísimas, están en el borde de la usura. Si bien hubo un momento en que bajaron fue porque era una vergüenza. Una tasa de interés por crédito de consumo llegó a un 57% más comisiones y estaba fuera de toda comparación en relación a otros países”.
“En consecuencia ese el escenario, por lo que a nosotros nos parece gravísimo. Los más afectados son los adultos mayores. A veces las familias pierden su patrimonio. Creo que en Chile el endeudamiento es demasiado alto”.
“Para buscar una solución se hizo una ley de quiebra para las personas, pero salió con letra chica y al final no le sirve a ellas sino al acreedor. Hay que modificarla”.
Respecto a las compras con tarjetas precisó que “las personas reciben otra serie de cobros que les encarece el crédito. Las tiendas del ratail ya no venden productos su negocio es el crédito”.
El endeudamiento bien usado no es malo
La economista de la FEN de la Unab Andrea Sucre al analizar la situación de endeudamiento desde el punto de vista del consumidor señala que “la conducta del consumidor se explica por factores tanto internos como de personalidad, estilo de vida como por factores externos”.
En cuanto a los factores externos “tienen que ver la influencia de lo social, la calidad de vida, la característica transversal a todos los estratos socioeconómicos que tiene que ver con lo aspiracional, es normal es común, es correcto serlo. Todos queremos para las familia una mejor calidad de vida”.
Entonces, llevando esto al terreno del crédito “el endeudamiento per sé no es malo, es decir bien utilizado nos permite acceso a un sistema financiero que nos puede mejorar la calidad de vida”.
La mejor calidad de vida se da cuando “gracias al endeudamiento hay familias que podemos comprarnos casa, vehículos, televisores, tenemos acceso al consumo de bienes durables. Si no fuera por el crédito no tendríamos acceso a su uso y consumo. Per sé el endeudamiento no es malo”.
Falta educación para los clientes
En opinión de la economista “el endeudamiento tiene que ver con ciertos factores que hay que tener en consideración como la capacidad de endeudamiento y en qué me estoy endeudando, es decir para qué estoy pidiendo prestado dinero porque significa un costo mayor y tengo que pagar intereses”.
En cuanto al rol que cumplen las empresas e instituciones en este endeudamiento, Andrea Sucre, señalan que “se le ha cargado mucho la mano a la empresa en el sentido que es responsable de informar. Se creó el Sernac financiero donde se transparentan un poco más las condiciones de acceso al crédito y distintos productos financieros”.
Empero, hay un tema que se conversa menos y la también académica de la Unab lo expone. “Las políticas empresariales y gubernamentales se han centrado menos en la educación del cliente. Efectivamente, hay una responsabilidad privada pero también hay una gubernamental y personal de quien se está endeudando. Es responsabilidad nosotros los consumidores preguntar todos los factores que implican la compra en este caso de un producto financiero como es el crédito”.
“Endeudarnos con productos que son de consumo durable, muebles, televisores, vehículos, vivienda se justifica. En la banca, en el sector financiero, he visto un esfuerzo por educar al cliente recién en los últimos años. Esto hay que recalcarlo, es una responsabilidad compartida y no es terrible que Chile esté tan endeudado y probablemente lo que tenemos que analizar son otras cifras como en qué nos estamos endeudando, que pasa con la morosidad, es decir hay mucha mora, entonces probablemente estamos hablando de un uso del crédito incorrecto” puntualiza Sucre.
Un mercado competitivo
Releva que “el análisis personal o de las propias sociedades financieras no está considerando la capacidad de pago”.
En cuanto al abuso de las empresas con los clientes la experta explica que hay varios matices. “Primero hay un dicho de los economistas que dice que el crédito es el único producto que para adquirirlo tú tienes que demostrar que no lo necesitas. Es decir, para que a mí me presten plata tengo que demostrar que tengo suficiente renta, capacidad de pago como que no lo necesito. Esa es una suerte de contradicción, pero también hay que tener en cuenta que estamos en un mercado competitivo, es decir si se requiere regular estamos en un mercado donde la banca tiene que competir”.
“Y la competencia bien regulada, bien normada, con información transparentada es sana. Si el cliente se hace responsable de cotizar, comparar, busca, se informa, entonces, ahí las empresas van a verse obligadas a bajar las tasas, condiciones a competir mejor. Pero si el cliente no asume esa responsabilidad, o lo que es peor, no tiene la capacidad de análisis ahí se están vulnerando los derechos del consumidor y ahí debe surgir la regulación. El gobierno debe informar al cliente, es decir, no basta con exigir a las empresas que cumplan sino que e debe educar al cliente a responsabilizarlo antes de que compre. Tanto la oferta como la demanda deben poner las cartas sobre la mesa”, opinó.
Ahora que se acercan las vacaciones muchas personas se endeudan y están todo el año pagando un viaje. En este sentido la economista dice no estar “del todo de acuerdo porque. Ahí falta cultura y educación. Si yo quiero ir al Sur en diciembre empiezo a juntar la misma cuota que voy a pagar en un crédito en enero anterior y es lo mismo y no pago intereses”.
La cantidad de habitantes chilenos endeudados con la banca alcanza a 5,8 millones a agosto de 2017, lo que significa un aumento de 3,5% según un informe elaborado por Chiledeudas en base a los últimos datos entregados por la SBIF. Es que, en igual período de 2016, el número llegaba a 5,6 millones, por lo que se sumaron más de 200.000 personas al sistema.
Considerando los montos totales de obligaciones financieras, el director de Chiledeudas, Guillermo Figueroa, detalla que se expandieron 4,5% hasta los 222.221 millones de dólares, recordando que cerca del 50% de los habitantes del país tienen algún compromiso crediticio, de los cuales una parte relevante se encuentran en morosidad, esto es, 4,3 millones de personas.