La Superintendencia de Salud compartió un balance de las cifras asociadas a las isapres en diciembre de 2022, las que a dicha fecha contaban con 1.901.844 cotizantes, el número más bajo de los últimos siete años. Al tomar en consideración la suma de cotizantes y de cargas, en 2022 las prestadoras privadas de salud registraron la mayor salida de beneficiarios de los últimos 20 años.
El sistema cerró con un total de 3.076.622 beneficiarios, lo que significa una baja de 5,3% respecto a los afiliados que había para fines de 2021 (3.249.997).
En esa línea, se registró una baja de más de 86 mil cotizantes; entre cotizantes y sus respectivas cargas, elevan la cifra a más de 173 mil afiliados.
Consalud y Cruz Blanca fueron las más afectadas, concentrando a más de la mitad de los desertores. Estas cifras se explicarían por diversos motivos, entre ellos el nuevo precio del plan de Garantías Explícitas de Salud (GES) que tiene por objeto garantizar la cobertura de un número de problemas de salud por parte de Fonasa y las mismas isapres, así como también la crisis que están viviendo las isapres, sumado a que las clínicas han terminado sus convenios con las aseguradoras y los problemas asociados a los reembolsos que han sembrado incertidumbre sobre el futuro del sistema.
Según consignó La Tercera, desde la Asociación de Isapres argumentaron que “durante los últimos meses se han registrado variaciones en el número de afiliados al sistema de isapres, cuya explicación vemos en el contexto económico del país. Por un lado, el alza en la inflación ha implicado una baja en el poder adquisitivo de las personas y, por otro, tras dos años de precios congelados, los planes de salud tuvieron una adecuación, en base a los costos del sistema y según la definición hecha por la Superintendencia, la que coincide con el período de baja de usuarios del sistema”.