Tarde entendió el comando de Matthei que la primera vuelta es la real primaria en “las derechas”, donde se disputa la hegemonía del sector y que está enfrentando a un candidato de la ultraderecha movido por la fuerza refundacional que ya mostraron en 2023 en la Convención Constitucional y que fue rechazada mayoritariamente por la ciudadanía.
La cómoda ventaja que tenía Matthei desde el año pasado, se evaporó, lo que permitió a José Antonio Kast tomar el liderazgo y hoy tiene una ventaja que fluctúa entre 7 a 9 puntos en distintas encuestas; por su parte, la candidata de la derecha conservadora recién en las últimas semanas detuvo su caída, recuperando alguna votación desde el momento en que puso el énfasis de mostrarse distinta a Kast e incluso ha pasado a cuestionar las propuestas de los candidatos más de ultraderecha, lo que ha sorprendido a la prensa cercana al ultra conservador que titula recurrentemente en las portadas de sus diarios y noticiarios que “Matthei vuelve a tensionar a la derecha con las críticas a Kast” .
Con tardanza asumieron las sensatas recomendaciones de distintos asesores externos -que mirando el caso alemán y español fundamentalmente- les recomendaron que su primera competencia era la ultraderecha y que debían mostrar que era una derecha distinta, que buscaba construir acuerdos -a diferencia de la rabia y el odio que promueven Kast y Kaiser-, que eran quienes recogían el legado de la gestión del ex Presidente Piñera, que tiene equipos de profesionales que pueden gestionar las políticas públicas, especialmente con más de una veintena de exministros de los Gobiernos de la Concertación que le han brindado apoyo, "para que no salga Kast".
El desafío de Matthei en la carrera presidencial es mostrar que representa una derecha democrática, que cuestiona las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, que mira más al votante moderado y reformista y mucho menos al votante rabioso y anti sistema democrático; que insiste en tensionar a Kast por su escasa capacidad técnica para respaldar sus propuestas como lo ha hecho estas últimas semanas.
Es claro que José Antonio Kast se ha confundido y no ha sabido explicar a la opinión pública como haría su recorte fiscal de US$ 6.000 millones en 18 meses, que “se mareó” tratando de explicar su mala propuesta de “Chao Préstamo” que deja sin financiamiento el nuevo beneficio previsional del “Bono por años Cotizados”, lo que explica que durante 6 semanas ha estado bajando en las encuestas y que sólo fue “salvado” por Boric en su cadena nacional por el Presupuesto 2026 cuando lo elevó como su contendiente.
Es claro que Kast representa esa rabia acumulada contra la élite política -tanto a la derecha cobarde como ellos califican a los partidarios de Matthei, como a Boric y el Frente Amplio y antes la Concertación y la Nueva Mayoría-; pero ese sentimiento anti sistema le puede servir para llegar al poder, pero no tienen un proyecto político ni mayorías parlamentarias que apunten a superar los problemas económicos, sociales y políticos que Chile ha acumulado en los últimos 15 años.
Por el lado de Matthei -en estos 37 días que quedan de campaña- debe reforzar su imagen presidencial, que busca acuerdos, que enfrenta a Kast donde señala que “me da miedo que pueda correr mucho los límites si es que llegase a ser presidente”, abriendo un espacio de conexión con ese electorado moderado que está cansado de los extremismos que no quiere votar ni por Kast ni por Jara. Como ha ocurrido en Francia, Alemania o España.
Y el mal ejemplo de Milei en una Argentina devastada política y económicamente, puede servir de ejemplo a muchos chilenos para reflexionar el voto para el extremista de derecha, gran amigo del "extraño" mandatario trasandino.
En lo que queda de campaña, Matthei tiene que apostar a lograr instalarse como la opción más posible para derrotar a Kast y a la extrema derecha, que puede encarnar la posibilidad de una coalición amplia, transversal y democrática que puede impedir el triunfo de la rabia y furia que significa Kast; ahí está la posibilidad para que Matthei modifique el escenario adverso en las derechas.
¿Podrá insistir en ese giro?. Veremos como transcurre está fase final de la campaña presidencial.
Editorial Cambio21. Matthei o Kast: La tensión máxima que se vive y agita las derechas a 37 días de la elección


