Pese a todo hay quienes son menos alarmistas como Aldo Lema, economista asociado del grupo Security, que aseguró que “el impacto de un alza de las tasa de interés debería ser bajo”, en parte porque Chile “tiene financiada la deuda a largo plazo con tasas fijas y porque el alza de tasas será muy gradual”. Además, Lema se mostró optimista por el crecimiento económico que podría ayudar a “licuar el peso de los intereses respecto al PIB”.
Futuro gobierno deberá pagar más de US$ 12 mil millones solo en intereses de deuda
La pesada “mochila” fiscal que heredará el próximo gobierno es una de los puntos que más se ha criticado a la actual administración de Michelle Bachelet, sobre todo a medida que se acercan las elecciones del 19 de noviembre.
Pero si bien el análisis de las cuentas fiscales se ha concentrado en el nivel del stock de deuda -que a la fecha supera los US$ 61.500 millones y sumaría otros US$ 9.500 millones el próximo año, según el proyecto de Presupuesto 2018- parte de la dificultad para el Fisco radica en los intereses que genera dicha deuda, los que han crecido en forma exponencial los últimos años.
De hecho, de acuerdo al escenario adelantado por la Dirección de Presupuestos (Dipres), el próximo gobierno deberá desembolsar más de $ 7,5 billones, unos US$ 12.081 millones con el actual tipo de cambio, solo por concepto de intereses. Esto representa un crecimiento de 66% sobre lo pagado por el actual gobierno por ese concepto (US$ 7.253 millones). Además, la cifra más que duplica el pago que debió realizar la administración de Sebastián Piñera entre 2010 y 2013 (US$ 5.622 millones).
Solo a modo de ejemplo, el gasto previsto por este ítem para los próximos cuatro años supera ampliamente lo que recaudaría la reforma tributaria en régimen a contar de 2018, más deUS$ 8.300 millones.
Más aún, sea quien sea que asuma la presidencia en marzo de 2018 deberá destinar $ 1,63 billones (US$ 2.513,7 millones) solo el primer año para pagar los intereses generados por la deuda bruta, un aumento de 16,4% respecto de 2017, cifra que de acuerdo con la proyección oficial irá creciendo año a año (ver infografía).
Según el senador José García Ruminot (RN), miembro de la comisión especial Mixta de Presupuesto, “cuando dicen que no es tan grave que nos sigamos endeudando, porque la deuda es baja en términos relativos, igual significa pagar US$ 2.500 millones en intereses, lo que compite con gastos en salud, educación o pensiones”, dijo. En ese sentido, manifestó que “son “mochilas financieras que pesan”.
Patricio Rojas, economista de Rojas&Asociados, planteó que “la deuda va creciendo a un ritmo muy superior al crecimiento de la economía, por lo que no se vuelve sostenible”, agregando que es uno de los temas que “castigan” las clasificadoras de riesgo.“El alto déficit fiscal obliga a endeudarse más para cumplir los compromisos de gasto, donde se encuentran los intereses. Es una bola de nieve que va creciendo en el tiempo”, alertó.
Cabe recordar que recientemente el FMI proyectó que a partir de 2020 Chile tendrá una deuda pública bruta superior al 30% del PIB.
Tasa de interés
Además, expertos advierten que el monto señalado por Dipres podría estar subestimado, porque según explican en el Informe de Finanzas Públicas (IFP), para el cálculo se utilizan “las condiciones financieras de la deuda vigente”. Así, analistas afirmaron que si bien a partir de las crisis financiera internacional de 2008-2009 los gobiernos se ha beneficiado por tasas de interés históricamente bajas, es un escenario que comenzaría a revertirse los próximos años.
Como lo señaló José Yáñez, miembro del Consejo Fiscal Asesor del Ministerio de Hacienda, “en la medida que el stock de deuda pública bruta crezca, habrá que ir pagando cantidades crecientes de intereses, porque aumenta la percepción de riesgo de pago y eso lleva a aumentos en las tasas que se cobran”. De esta manera, el también académico de la U. de Chile indicó que “esto no sería necesariamente un problema si el país pudiese sostener el pago de estos intereses”, pero aseguró que “eso requiere tener una tasa de crecimiento del producto más alta que la actual”. Por esto, Yáñez concluyó que “probablemente se deberá reducir el crecimiento del gasto presupuestario”.
A su vez, Rojas apuntó que “las tasas de interés internacionales están relativamente bajas, pero si suben por supuesto que tendremos una carga financiera mayor, por lo que tendremos que crecer mucho más rápido para poder pagar los intereses”. En este sentido, cabe recordar que la Reserva Federal de EE.UU. ya adelantó que espera aumentar su tasa de interés cuatro veces de aquí a fines de 2018.
Aldo Lema, economista asociado del grupo Security, aseguró que “el impacto de un alza de las tasa de interés debería ser bajo”, en parte porque Chile “tiene financiada la deuda a largo plazo con tasas fijas y porque el alza de tasas será muy gradual”. Además, Lema se mostró optimista por el crecimiento económico que podría ayudar a “licuar el peso de los intereses respecto al PIB”.
Déficit fiscal primario
Un concepto poco conocido en nuestro país, más utilizado en otras latitudes, es el del déficit fiscal primario, que permite “limpiar” del balance de cada año los efectos generados por los intereses. Como explicó Cristóbal Gamboni, economista de BBVA Research “si bien los intereses son obligación para el gobierno de turno, son el reflejo de decisiones de administraciones anteriores, por lo que el próximo gobierno podría empezar a usar este concepto para dar cuenta de su manejo fiscal”. De hecho, Dipres realiza este ejercicio en el IFP, donde plantea que el déficit efectivo primario para 2018 se proyecta en 1,2% del PIB (bajo el -1,9% proyectado), mientras que el déficit estructural primario estimado para el siguiente ejercicio es de 0,8% del PIB (menor al -1,5% estimado).